Revista Literatura
Siguiendo con las propuestas que nos acerca Maga de Lin, les traigo aquí el 7mo. Comienza una historia. El mismo consiste en escribir un texto, sin importar el género que inspire, a partir de una prosa de una importante poetiza uruguaya; Marosa di Giorgio. Yo me incliné por escribir un poema.
En todos los vestidos bordaban Nomeolvides.18.
Recuerdo la terrible infancia.Iris, Nidia y yo, inmóviles, bajo el débil sol. O entrando y saliendo de la casa, por años.Los árboles espectrales, bajo los cuales había piedras con vida; negras, blancas, grises, rayadas, de lomo curvo; les pasábamos la mano, o tocándolas con un tallo, hasta sentir el estremecimiento; abrían un ojo desfalleciente, lánguido, potente sólo por un segundo.Y desde la casa nos llamaban, nos llamaban, nos llamaban.La lista infinita de mandamientos y llamados.
Marosa di Giorgio
Del libro Los papeles salvajes II. Editorial Adriana Hidalgo.
EN BUSCA DEL SUEÑO
La veo a través de las hojas,
por entre las ramas que voy apartando a manotasos.
Está allí, inmóvil, silenciosa,
como detenida en el tiempo.
Sus ventanas parecen dos ojos negros
al acecho de atrapar intrusos,
la puerta desvencijada ha resistido
la inclemencia del clima.
Suspiro con resignación mirando en torno
y mis ojos se detienen en el suelo,
sobre esas piedras misteriosas
que esconden una oscura historia.
Me acercó con sigilo, evitando interrumpir
el silencio del no tiempo que se ha instalado allí.
Piso con cuidado de no despertar a los dioses
que duermen dentro de esas rocas duras.
Pero en cuanto apoyo un pie en el sendero
los párpados somnolientos se abren despacio,
parpadean como retornando de un lejano lugar,
luego me miran con fijeza.
Son muchos ojos quietos y fijos,
un sólo párpado en cada una de esas rocas
donde viven los dioses que duermen el sueño eterno . . .
Ese mismo estado de sueño tranquilo que volví a buscar . . .
*Pueden encontrar más poemas de mi autoría en mi primer blog Mis Musas Locas