En defensa de la lactancia materna
3 de febrero de 2013 by Papá DigitalTenía por delante 550Km de viaje en coche con mi chica, los mellizos y una amiga, también mamá de tres y prolactancia materna. Lógicamente durante el trayecto hicimos varias paradas para que los bebés tuvieran descanso de tanta silla y pudieran tomar algo de teta. Inevitablemente el tema de la presión social sobre la lactancia se fue abriendo paso y terminamos comentando un interesante post de @OrquideaDichosa que se titula Teta vs Biberón: ya está bien.
Foto de blmurch distribuida con licencia CC-BY-2.0
Mi chica dio el pecho a nuestra peque mayor hasta que ésta decidió que no quería más teta, eso fue a los tres años; y, da el pecho a los mellizos que ya tienen ocho meses. Nuestra amiga dio el pecho a su hijo mayor hasta que el niño quiso (creo que hasta los cinco años y pico) y en tamdem tras el nacimiento de su segundo hijo, al que aún da el pecho ahora con cuatro años y en tamdem con la tercera de sus hijas, de un año; en total siete años de lactancia feliz, compaginándola con su trabajo y sus compromisos sociales. Las dos compartían el sentimiento de hartazgo que manifestaba el artículo y comentaban que en su experiencia, las madres que optan por lactancia materna suelen mostrarse más respetuosas con las madres que han optado por alimentar a sus hij@s con leches de fórmula que al revés.
Por otra parte, en el post ¿Tetalibana o bibegoista?: guerra entre madres de mi amiga tuitera @Desmadreando, espero que lo siga siendo después de este post, plantea que las madres que optan por la lactancia materna critican duramente a las que optaron por la lactancia artificial que hace que éstas últimas se encuentren ante una presión que las hace sentir mal. Post que también comentamos, pero en el viaje de vuelta a casa, otros 550Km.
Muchos grupos de mujeres y prolactancia han venido realizando un importante trabajo a favor de la lactancia materna. Una lucha en defensa de la lactancia que se desarrolla principalmente frente a la industria farmacéutica y de sucedáneos de leche materna, que impusieron mediante maquinaciones complejas la lactancia artificial; y frente a las administraciones públicas que no actúan con la diligencia que deben. Esa lucha fue y sigue siendo intensa y puede que sea el mensaje global que se emite desde los colectivos y particulares prolactancia materna la presión que sienten las madres que optan por la lactancia artificial. Pero no es una crítica hacia ella, sino hacia la ideología que impone una práctica que causa problemas de relaciones personales, sociales y de carácter sanitario (hechos reconocidos por la OMS y UNICEF en distintas declaraciones).
Por otra parte, la presión que sienten las madres que amamantan a sus hijos no se debe personalizar en otras madres, ni pediatras, ni otras personas que critican o cuestionan la conveniencia de la lactancia. Porque aunque es a través de personas concretas como se produce esta crítica, no dejan de ser instrumentos en manos de esa ideología que impone la lactancia con sucedáneos y perjudicados inconscientes.
Resulta extraño que con el nivel de acceso a la información del que disponemos hoy en día, aún alguien defienda que la lactancia artificial es igual que la lactancia materna. Es una falacia que no por ser repetida se va a convertir en verdad. No sólo como alimento, la leche materna, es infinitamente superior; sino que amamantar previene infecciones y enfermedades, aporta los elementos necesarios y en su justa medida para el correcto desarrollo de l@s niñ@s, en la madre tiene efectos muy beneficiosos para su salud (recuperación postparto, menor incidencia de ciertas enfermedades a largo plazo), se establece un fuerte vínculo madre-hij@ que favorece el desarrollo psicológico seguro e independiente.
Animo a todas las personas que están trabajando a favor de la lactancia materna a que continúen, que la perseverancia está haciendo que las cifras de prevalencia aumenten. Y también animo a las mamás que optaron por la lactancia artificial a que se cuestionen las causas por las que llegaron a ella y busquen la ayuda que necesiten para amamantar a sus hijos.