Cuantas veces las circunstancias nos mueven y desarman incluso toda nuestra estantería, especialmente la de los sentimientos, el kit de esta cuestión es darle el equilibrio y sobre todo el real valor que merecen... Esas circunstancia llegan siempre siempre por algo, quizás para aseverar, quizás para cambiar, quizás para redireccionar, quizás para despabilarnos de la comodidad de una circunstancia estancada.Sea cual fuere el motivo, la reacción debería ser de apertura, para que esa/as circunstancia/s sea ocasión de provecho y hasta de enseñanza y madurez.