En el tercer roble a la derecha

Para quienes me seguís desde hace tiempo, no debería ser un secreto conocer mi afición por los retos de escritura creativa. No importa que no gane o que ni siquiera me clasifique. Disfruto mucho participando y el proceso creativo en sí, es uno de los mejores momentos. Otro con el que también disfruto muchísimo es con el de lectura de las creaciones de mis compañeros. Siempre se aprende algo nuevo y sobre todo resulta divertido y estimulante comprobar cómo a partir de un mismo punto de partida surgen ideas tan diversas y dispares.
¿Que por qué cuento esto? Pues porque hoy os traigo un microrrelato surgido para un reto literario de IG, organizado por la Escuela de Tinta Púrpura. Uno de los sitios web que más me alegro de haber conocido este año, en mi camino de aprendiz de escritor. Pues gracias a ellos, bueno sobre todo a Covadonga,  la directora de orquesta, y su taller/maestría estoy aprendiendo muchísimo sobre cómo desarrollar mis personajes, cómo organizar las trama de mis relatos, etc. No me arrepiento para nada de haberme inscrito, de verdad. Son varios los talleres online que he hecho hasta ahora, pero puedo decir que ninguno me parece tan global ni bien enfocado. Vale cada euro que he pagado por él, de verdad.

Como en muchos otros retos en este se nos invita a crear un texto a partir de una fotografía. Y la semana del 9 de octubre la imagen en que debíamos inspirarnos era esta:

Si os apetece conocer la historia/cuento que yo presenté, solo tenéis que seguir leyendo.

EN EL TERCER ROBLE A LA DERECHA

La vida de las ardillas no es tan maravillosa como creen algunos. Existe mucha rivalidad entre ellas por ver: quién consigue más bellotas, quién tiene los incisivos más fuertes y largos, quién tiene la cola más suave. Por otro lado, está la multitud de depredadores que se alimenta de ellas como: lechuzas, águilas, gatos... 

Encajar y sobrevivir en ese mundo tan hostil no resulta fácil. Y de eso Gorri sabe mucho. Como una más de los suyos finge a diario atiborrarse a nueces, almendras o manzanas que almacena sin descanso en el hueco de su árbol. Incluso simula terror al ver cualquier gato o pájaro, pero en realidad se lleva a las mil maravillas con Azrael el minino de don Basilio. Y además arde en deseos de regresar al hombro del anciano para seguir con la lectura.Es más, si escudriñáis en la despensa que Gorri tiene en el tercer roble a la derecha, descubriréis que detrás de tanto fruto seco la ardilla ha ocultado varios poemarios, cuentos y novelas.

Me encantaría saber vuestra opinión sobre mi texto, así que siempre que veáis en este blog el siguiente símbolo/imagen sentíos libres de ejercer de auténticos críticos literarios, por favor. ¿Os atrevéis a intentarlo?

Espero que os haya gustado. En próximos días subiré el microrrelato con que participé una semana después en la siguiente convocatoria de ese reto.
Nos leemos, cazadores.
Hace años, cuando escribía, casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por este rincón. Pero, por un tiempo, las letras me abandonaron y me refugié en el scrap, la bisutería y el mix-media. Producto de esa etapa nació:

www.fabricadeartesania.com

Afortunadamente, las letras han regresado a mi vida y no pienso renunciar a ellas, si puedo evitarlo.Te lo contó Rebeca.