Magazine
En estos días me duele la espalda. Tanto que no se me pasa ni de pie ni sentada ni tumbada. No voy al médico porque, como siempre, pienso que no me pasa nada (y ya veréis el día que me pase). Escribo lo justo, porque entre el trabajo y estudiar, poco tiempo tengo (por no hablar de que mi inspiración, como media España, se me ha ido de vacaciones) y aunque quiero dar con esa historia que me apetezca escribir, que disfrute escribiendo y que considere lo suficientemente buena como para presentar a algún concurso, no puedo. Tengo apuntes sueltos en una libreta verde, que si algún día quieren convertirse en historia, pasaré a otra libreta, amarilla. Y mientras me quejo, pienso mucho en lo que me gustaría escribir y no escribo, y leo.
Estos días me alegro la vista, me quito los dolores, mando postales a mi Inspiración para que sepa que la echo de menos y me alimento los ojos con este libro, Alice (Alfaguara), de Milena Agus. De la mano de la protagonista que da título a esta novela, me voy de vacaciones imaginarias a Cerdeña, aunque en el mundo real, cuando cierro el libro, esté deseando que llegue septiembre para irme de verdad. De momento me dejo llevar por la manera de escribir emocionante y sincera de Agus y por el carácter bien construído de Alice. Las impresiones finales ya os las contaré.
Seguro.