¿Color favorito? Depende de la época, pero tengo uno fijo: el rojo escarlata. Y el de esta temporada: azul eléctrico. ¿Comida favorita? También a temporadas, soy un poco voluble en cuanto a según qué gustos. Ahora: queso camembert de untar (ñum), calabacín al horno con espinacas y queso Emmental rallado por encima (algo que mezclé un buen día y me chifla), ensalada de pasta y el coco helado del Mercadona (super rico). ¿Bebida favorita?Té verde con azúcar moreno y leche. ¿Libro favorito?Esto de seleccionar solo uno (qué crueles ^.^)…Veamos, La Historia Interminable. ¿Cuándo empezaste a escribir? Antes de empezar a leer (en serio, quiero decir). Ya escribía mis propios relatos y poemas con siete u ocho años, y eso que por aquel entonces no era muy fan de la lectura. Incluso tenía un personaje recurrente: el Doctor Ebor, un científico loco que tan pronto creaba margaritas bailongas, como investigaba el caso de un calendario al que se le borraban los números. Lo más parecido a una novela que comencé se titulaba En Busca del Mago y era fantasía al estilo Alisea y el príncipe de los sueños o las aventuras de Fantaguiró (que por aquel entonces amaba, como todo Grande Relato), pero la cosa no fue a más. ¿Dónde sueles escribir? En mi cuarto, junto a la ventana que da a la terraza. Es un pequeño escritorio con todo lo que necesito al alcance de mi mano J En ocasiones la APP de Notas del IPad me sirve cuando en mitad de la noche se me ocurre algo que puede mejorar la historia, o una nueva aventura. ¿A qué hora del día prefieres escribir?Por la noche, preferiblemente de madrugada, será que tengo algo de vampira. ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? Cualquier cosa, supongo: una anécdota, un suceso cotidiano, un recuerdo, un sueño; todo es susceptible de acabar en papel, distorsionado la mayoría de las veces. ¿Tienes alguna manía a la hora de escribir? Algunas veces tengo que escuchar música. Una determinada canción en una escena concreta puede hacer que esta avance con fluidez. Cuéntanos un poco si sigues algún ritual preparatorio a la hora de escribir Soy escritora de brújula u orgánica, como se autodenomina C.J.Daugherty (autora de Night School). Simplemente sucede. La historia cobra forma en el papel y sus personajes van adquiriendo personalidad, hasta tal punto que estos se convierten en dueños de su destino. ¿Hay algo que nunca deba faltar en tu mesa? Hojitas para mis notas ilegibles, muchos bolis, algo de beber y mi calendario. TODO lo apunto ahí, así al sentarme por la mañana sé si tengo algo importante que hacer. ¿Qué te suele desconcentrar a la hora de escribir? Tengo tendencia a estar a muchas cosas a la vez y perder el rumbo incluso por el vuelo de una mosca, por lo que un día se me ocurrió la solución: si no puedo estar a una simple tarea, haré que el resto de mi inquieta personalidad se concentre únicamente en otra cosa, por eso escribo con música. El 70% de mi atención está puesta en el Word y la restante es captada por la canción que suena, preferiblemente extranjera. ¿Quiénes sueles utilizar como lectores cero? Esa inquietud, que es mi peor defecto, me lleva a querer compartir lo que escribo con todo el mundo (algo que he aprendido a controlar). Tengo unas pocas amigas (2 o 3) que leen mis novelas, unos cuantos conocidos más a los que envío algunos extractos y mi novio, al que atormento con la obra al completo, narrada por mí. Tiene mucha paciencia J ¿Cuál es la parte del proceso creativo que más te cuesta? Esos terribles momentos de bloqueo en los que pienso que no podré seguir con la historia o cuando termino una novela y me digo a mi misma: “Seguro que no escribo nada más”. Pero al final salgo del bloqueo de la forma más inesperada y una nueva historia me sorprende, quizá caminando por la calle. Es lo peor y a la vez lo mejor de escribir. Cuéntanos un poco sobre el rincón que utilizas para crear tus historias Para crear no tengo un rincón concreto. Puede ocurrírseme una historia en la calle, en una cafetería, en el trabajo (del que ahora carezco), como sucedió con Clanes, etc. Si bien es cierto, que procuro que todas esas ideas tomen una forma concreta cuando me siento frente a mi ordenador de sobremesa.
Imagen de la primera edición de Los Iniciados en co-edición (descatalogado) junto a su versión en Galerada (de la primera y la segunda parte) y en pantalla la portada de Clanes 1: Los Iniciados, actualmente bajo el sello digital de Kiwi. En 2008 nació Los Iniciados que vio la luz en 2009, aunque no de la forma que esperaba. Ahora, años después, sale a la venta con nuevas escenas y personajes; por fin es la historia que quería compartir. Escudo del Royal High School, instituto al que acude Lucy en la primera versión de la novela, que ahora ha dado paso a uno inventado: el Scottish Royal HS. El escudo queda en la versión actual con una sola torre, entre otras modificaciones. El cambio fue debido a las muchas licencias que me tomé. Sin embargo, la esencia sigue ahí.
Los libros también son importantes para Lucy Campbell, protagonista de Clanes. Algunos de sus favoritos son Fausto, Entrevista con el vampiro y Relatos de Edgar Allan Poe. Lucy también es fan del cine fantástico y de terror, solo hay que ver los póster y accesorios que tiene en su cuarto de Victoria Street… La obra de teatro Romeo y Julieta es nombrada en varias ocasiones. En las dos partes de la historia, Lucy hace alusión a diversos grupos musicales, series televisivas, películas y cómics, ya que ella tiene una vena un poco freak y ecléctica: (heredada de mí, he de admitir). Estos son el colgante con la llave mencionados en la novela y una página del diario de Evelyn.
MUCHAS GRACIAS LUCÍA, Y ESPERAMOS QUE CLANES SEA EL INICIO DE MUCHOS ÉXITOS FUTUROS.