La paz, no es nada pacífica, es nocturna, movida. La ciudad no se sentó a esperar el 2012 como mentalmente uno a veces quiere, a ver si no nos toca tener que seguir madrugando a trabajar.
Y en medio del bullicio en una calle pequeña, con piedras, vive una gente que se ríe de toda la supuesta juerga de acá, y de los que van haciendo todo lo posible por intentar ser felices, tomando, sin embargo, el camino que más lleva a la infelicidad; el camino de olvidarse de uno mismo, de querer ser un bailarín menos inhibido. Olvidarse de que esta vida es dura pero enseña y resignarse tristemente al negocio de reconocer que no tenemos ninguna alegría por nosotros mismos. Cuando no es así para nada. Para esta triste terapia está la droga (modalidad cerveza, ayahuasca o tv).
En la clase de esta mañana: "...y Rey tomó su exilio como una bendición porque iba a poder conocer a muchos Sadhus (santos)". En esa casa (donde digo que se ríen de toda la supuesta oferta feliz… y lloran también por los infelices), hay sadhus de reales, ud puede pasar y comer algo con ellos. Jacinto Benavente 2173. Tocan el bajo con todo el buen ritmo de la calle. Sadhus que no están metidos en la montaña necesariamente y que a veces hasta se olvidan entre ellos que están en un territorio liberado.
(Por problemas técnicos no hay fotos today).