Hércules, despechado por una infidelidad de su amada, tomó a cada una por un extremo y en un arranque de furia las separó, formando el Estrecho de Gibraltar.
De aquí surgieron las conocidas como Columnas de Hércules, que señalaban el límite del mundo conocido para los antiguos navegantes del Mediterráneo.
A su amada, la castigó convirtiéndola en piedra, originando la bella Yebel Musa.
Bella, porque, a pesar del sobre nombre de montaña de la mujer muerta, parece que esté sumida en un plácido sueño.