En proceso de destrucción
Desde el pedestal de frío
en el que habitas
observas con ojos de hielo
ordenas con corazón de escarcha
diriges con manos de nieve.
Te miro
como al jefe de una tribu
que crees tuya.
Sorbes sueños
que ayudaste a construir,
te ocultas en las sombras
de los que te protegen.
Yo los llamo corrompidos,
basura disfrazada
depredadores de derechos
con derecho concedido
a pisar piernas que no se doblegan,
callar bocas que gritan
cegar ojos que van más allá
de la frontera del iceberg.
A veces tiemblas, tienes miedo,
entonces te yergues
como un dios de piedra helada
y notas cómo ellos te miran
detrás de sus cadenas de cristal.
Ya quedan menos eslabones.
Cuando no quede ni un solo grillete
opresor de voluntad
te fundirás.