Revista Talentos

¿En qué momento debes firmar el contrato de trabajo?

Publicado el 17 agosto 2016 por Premiere Actors @PremiereActors

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Confirmado, el papel es tuyo: has sido el actor elegido para trabajar en una serie o película. Lo que no tienes tan claro es cuándo te van a pasar el contrato para que leas bien todo, aclares cualquier punto y, en su caso, firmes.

Desafortunadamente, el momento en que debe estar resuelto todo el proceso de contratación no tiene nada que ver en la teoría respecto a la práctica, tanto si tienes representante o agencia, como si trabajas por tu cuenta.

Es muy importante que leas detenidamente este post y te informes bien de tus derechos antes de tu próximo trabajo. ¡Que no te pille desprevenido!

Cuándo deberías firmar, en teoría

Según la regulación vigente, los contratos de trabajo se deben negociar y firmar antes de que el actor preste sus servicios artísticos al productor. Es decir, el contrato debe estar formalizado antes de empezar a rodar.

El proceso, que seguro que te suena, sería el siguiente: previamente al inicio de tu trabajo, el productor te ofrece una primera propuesta de contrato, directamente o a través de tu representante o agencia. Una vez lo tengas en tus manos, es fundamental que lo leas tranquilamente, ya que contiene todos los derechos y obligaciones de ambas partes. Recordamos que se trata de una primera propuesta del contrato, no de la versión definitiva.

  • Si tienes representante o agencia, se supone que ya ha habido unas conversaciones y negociaciones previas entre ellos, y que la versión que te envían para tu firma es acorde a tus intereses. De todas formas, te aconsejamos que revises siempre todos los contratos o documentos que te envíen, y que todas las preguntas que te surjan se las comentes a tu representante o agencia. No imaginas la de contratos abusivos que recibimos en Premiere Actors, tanto de representantes como de actores, y de cláusulas que podrían mejorarse en beneficio de todos.
  • Si directamente te envía el contrato la productora, y ves algo mejorable o que no te cuadre (por ejemplo, remuneración, traslados, dietas, derechos de propiedad intelectual…), deberás aclararlo y negociarlo con ellos. Para que no te tomen el pelo, es imprescindible que te documentes bien y que tengas argumentos sólidos para dar a conocer tu postura. Si necesitas que te ayudemos, avísanos y prepararemos juntos todo lo que debes decirles :)

Es importante que sepas que los contratos laborales productor-actor no son adhesivos, es decir, que ambas partes pueden y deben concretar el contenido de los mismos. Por lo tanto, no debes tener miedo a proponer o modificar el contenido de cualquier cláusula, siempre que lo hagas desde el conocimiento y el respeto a la legalidad.

Cuándo realmente firmas, en la práctica

Como hemos comentado, en teoría debe estar el contrato aclarado y firmado antes de empezar a rodar. Sin embargo, en la práctica, es habitual encontrarnos con tres situaciones bastante embarazosas para el actor y que son ilegales o rozan el límite de la legalidad:

  • Es muy corriente que el actor reciba la primera versión del contrato en el propio rodaje. De este modo, se cumple con la norma de que debe estar firmado antes de rodar. El principal problema que surge es que los actores acudís al rodaje con ilusión y pocas ganas de enfrentaros a quien os contrata. Por tanto, no es momento para ponerse a leer detenidamente y, en su caso, rectificar cualquier cláusula, sino que al final lo acabáis firmando tal cual, deprisa y corriendo.
  • También puede ocurrir que recibas el contrato días después de rodar. Este caso es bastante frecuente y, por supuesto, ilícito. Si ya has trabajado, ¿qué sentido tiene pactar las condiciones de trabajo posteriormente? Al final lo que ocurre es que ya no tiene sentido que pidas determinadas modificaciones.
  • La peor de las situaciones la encontramos cuando el actor nunca llega a recibir ningún contrato para firmar. Puede que sea por desconocimiento de la productora acerca de cómo contratar actores, o puede que sea porque simplemente no le interese regularizar la situación de sus trabajadores porque “es más lioso”.

En cualquier caso, trabajar sin contrato es algo que no deberíamos aceptar por dos motivos. El primero, porque es obligatorio que exista un contrato por escrito, así que si no lo hay, desconfía. Y el segundo, porque nuestro sector ya está sometido a suficientes situaciones injustas, como para que toleremos trabajar de forma turbia.

En definitiva, antes de trabajar, todo ha de estar apalabrado y firmado. Así construiremos un sector más justo y seguro para todos.

Ya seas actor, representante, o productor, si tienes cualquier duda relativa a contratación, contacta con nosotros cuanto antes. Nuestro departamento jurídico está a tu disposición para asesorarte y ayudarte. 


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