Revista Talentos
Es una linda adolecente que tiene la afición de escribir, de pintar. Una mezcla de extraños seres convive en esa bella cabeza, por el mundo va tejiendo historias que en el aire flotan, transpiradas por las personas que a su lado pasan. Fragmentos de cuentos que pesca en la escuchas involuntarias en la parada del colectivo, personajes que cobran vida durante las noticias de la noche, dramas y desventuras que se arman con solo leer una frase del periódico de la tarde. Seres infernales que a su lado se aparecen, mientras escucha las historias del abuelo. Duendes que a su lado duermen, cuando lee de nuevo el libro de cuentos que le regalo su padre. Es una joven retraída que no habla con nadie, tímida, callada, socialmente vive encerrada en su propio mundo, en su propio arte. Rodeada de todos los personajes que nacen en esa inspirada mente; todos se asombran de ver lo profundo de sus letras, de cómo se sumergen en sus cuentos de terror, sin poder escapar, sin poder dejar de leer… Sus cuadros son escenografías vivas de las más espeluznantes escenas de horror. Todos aquellos que los ven, de inmediato quedan fascinados con esos seres tan detalladamente plasmados, que dan la sensación de estar vivos. Con ojos que cualquiera juraría que tienen viva la mirada, viendo fijamente, estremeciendo a todo aquel que los ve de frente. Su madre se inquieta de verla siempre sola, a veces hablando con ella misma. Le preocupa que no tenga a nadie más con quien conviva. La mamá por las noches entra a su cuarto para ver como está, para darle las buenas noches. Siempre la encuentra sentada pintando o escribiendo, tan absorta está en su arte, que poca atención le pone a su madre, quién solo la saluda y le desea dulces sueños, cerrando la puerta con esa angustia que nace de nuevo; angustia por ver a su niña tan sola, tan metida en su propio mundo. La hija en su cuarto solo voltea a ver como su mama cierra la puerta y de nuevo continúa con sus letras. Mientras a su lado esperan pacientes un policía corrupto, un asesino maniaco, una abuela sonriente sin dientes, una bella enfermera con los senos mutilados, un ser de dos cabezas, un hermoso niño sin un brazo, un hombre lobo con una estaca clavada en un hombro, un vampiro chorreando sangre, un ogro con un mazo en la mano, un payaso con el maquillaje ensangrentado, una enfermera limándose las uñas mientras tiene entre sus piernas una cabeza cercenada… Todos sentados alrededor de ella, pacientes, callados. Todos atentos a su menor movimiento, esperando a que ella les de vida en algunos de sus cuentos, esperando a ser elegidos para aparecer en alguno de sus cuadros. Son seres que viven acompañándola siempre, hablando con ella solo cuando ella se los permite. Porque la mayoría de las veces… Ella esta fastidiada de vivir rodeada de tanta gente.