Así,en ti me quedo,paseo largamente tus piernas y tus brazos,asciendo hasta tu boca, me asomoal borde de tus ojos,doy la vuelta a tu cuello,desciendo por tu espalda,cambio de ruta para recorrer tus caderas,vuelvo a empezar de nuevo,descansando en tu costado,miro pasar las nubes sobre tus labios rojos,digo adiós a los pájaros que cruzan por tu frente,y si cierras los ojos cierro también los míos,y me duermo a tu sombra como si siempre fueraverano,amor,pensando vagamenteen el mundo inquietanteque se extiende -imposible- detrás de tu sonrisa.
Estrofa final de En ti me quedo, Ángel González