Publicado el 16 septiembre 2018 por 50palabras
@50palabras_
—Altísimo, guíame de nuevo a mi morada, decía hincado un pastor. Sentía una piedra en las rodillas y, al sacarla, descubría vetustos papiros. Sin saber cómo, leía al sol inclemente. —¿Para qué dar este saber al corazón? —preguntaba arrojándolos al mar. De pronto, atisbó su rebaño en la llanura distante.