Enamorada de la flor roja de los deseos

Me ofreció un café y se lo acepte gustosamente, la chica tenia ganas de contarme la historia sobre el deseo que su madre le concedió, y yo aún tenia más ganas de conocerla.
Se había casado bastante joven y al principio iba todo bien, pero la cosa duro poco, el marido cambiaba día a día, se iba distanciando de ella sin motivo aparente, ella no tenia ninguna explicación para lo que estaba pasando.
Al poco tiempo se quedo embarazada, ella vio una esperanza en eso, ya que creía que un hijo podría ser la salvación de su matrimonio.
En ese momento, los ojos se le pusieron llorosos, ella tenia la esperanza que su marido volviera a ser de quien se había enamorado. Pero no fue así, la vida que llevaban era un poco difícil, él estaba fuera de casa mucho tiempo, incluso había noches que no dormían juntos.
Se había acabado todo, la pasión, el deseo, el amor. Lo único que quedaba en común era el hijo.

Ya muy desesperada, hablo con su madre, Adelina al igual que conmigo, la tranquilizo, y con una sonrisa en la cara, le dio una flor roja y le dijo:
“No sufras hija mía, mi deseo es que tu vida este llena de amor y pasión”
Aunque ella no sabia porque, se encontraba más tranquila, y sabia que algo había cambiado en su vida, ella sentía que el amor había crecido en su interior.
Casi sin darse cuenta, el marido comenzó a cambiar, las cosas volvían a ser como antes, ella sabia que su madre era muy especial pero no se imaginaba, que podía cambiar la vida de las personas.
Yo sabia bien, lo que me estaba contando ya que a mi me pasaba lo mismo, le dije que me encantaría saber más historias sobre las flores de los deseos. Ella me dijo que conocía a otra persona a la que su madre le había cambiado la vida.
No dudo en llamarla para que me contara su historia.