
Además es un placer porque es una historia pequeña de personas pequeñas que se convierte en algo grande cuando cierras el libro tras la última página y piensas: ha merecido la pena.
Me alegro por Andrés y me alegro por mí, porque como he dicho merece la pena escucharla, perdón leerla.
¡Ah! solo puede adquirirse por internet en la página web de la editorial:
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