Una casualidad
como una piedra
preciosa
en el camino
nuestro camino.
Te quiero
pero
no sé acomodarme en tu regazo
no sé quedarme quieta
necesito
libertad.
el mundo siempre me está llamando
y su voz
me hipnotiza.
¿Me entrego a las casualidades
o me encierro entre tus piernas?