- Una bufanda de lana muy calentita, para estos días de invierno.
- Una braga (para el cuello eh!) que es enooorme pero que abriga bien poco eso si...
- Unos skinny chinos color mostaza muy molongos con unos calcetines de lana beige, todo en el TOPMAN
Y quería haberme comprado unos zapatos vintage en Candem, tipo inglés, pero el precio de 115 libras me tiró bastante a no hacerlo; en definitiva, ahora tengo que encontrar unos en Madrid.
En cuanto a Londres tengo que decir que no iba con grandes esperanzas, puesto que no ha sido una ciudad que me haya llamado la atención especialmente. Y la verdad que, aunque es cierto que me ha gustado, no me termina de convencer. No tengo ni idea de que razón exacta es culpable de esta opinión, pero no la veo una ciudad para mí.
Es cierto que tiene mucho de todo, mucha multiculturalidad, muchas tiendas, mucha gente...pero hay algo que no me termina de llenar; el caso es que no se que es ese "algo". Ahora eso si, si tuviera que escoger tres momentos de Londres serían: cuando entontré en Tesco las cupcakes, cuando vi por primera vez Piccadilly Circus y cuando sufrí en mis pies la inmensidad de Candem Town.
Pero no solo vi Londres, también Brighton y otros dos pequeños pueblecitos llamados Barnham y Chichester.
Brighton: si os soy sinceros, queridos contertulios, me encantó. Una ciudad de mar, pequeña pero a la vez grande, cosmopolita, con mucho ambiente juvenil y alternativo. Me pareció la ciudad perfecta para vivir una temporada. Ahí sí que me quedaría, debe ser por mi predilección por el mar. Las tiendecitas vintage junto con el Brighton Pier tipo Santa Barbara, increíbles.
Y para terminar en Barnhan y Chichester: en el primero fuimos con una familia inglesa que nos hizo una roast dinner, buenísima. Me recordó bastante a mi época cuando fui a USA con una familia americana. En cuanto a Chichester, un pueblo pequeñito donde por 9.50 libras comimos 4 personas -vale, es que al final se les pasó y nos cobraron solo un plato de comida y una coca-cola cuando en realidad habíamos pedido dos combos para compartir, tres pintas y una coca-cola- en definitiva una maravilla.
Y de fiesta sí, mucha, pero eso no creo que haga falta que os lo cuente...ni que ponga fotos claro.
XOXO