El día 30 de noviembre nació Factual, el diario digital de Arcadi Espada, a finales del mes de febrero se dio una pequeña revuelta que cambió el formato del periódico, convirtiéndolo en gratuito. El cambio de estrategia ha obligado a la marcha de Arcadi Espada y a la dimisión, aunque permanece en el periódico, de Cristina Fallarás, la subdirectora. Si unimos este caso con el de Soitu, el periódico de Gumersindo Lafuente, que cerró el pasado día 20 de octubre tras veintidós meses en línea, o de Lanetro podemos tener una semblanza de donde está el negocio del periodismo en Internet y, sobre todo, donde no está.
Vemos los periódicos como remedos secos, o no tanto, del río Guadiana; surgen y mueren. Algunos de ellos son auténticos libelos sin más vocación y sobreviven para sorpresa de sus no lectores pero en general los nuevos medios son crónicas anunciadas de una retirada más temprano que tarde. Otros cabalgan apoyados en el poder de un grupo mediático, como Público que nació al tiempo de Soitu, los que provienen del “papel”, la televisión o las radios y otros como 20minutos o ADN , ambos con amago de crisis reciente, o La Información, La Estrella digital, Libertad Digital o La República están inventando cada día el periodismo en Internet a esto hay que añadir otros más como bottup que desde una visión de periodismo colaborativo y ciudadano son pioneros en esta nueva era de la transmisión de información y opinión. Esa es la situación: un estado calisténico que nos prepara para los nuevos medios, los que se irán, los que vendrán, los que están viniendo, y algunos de ellos que ya están aquí.
Pero esto no es nada nuevo históricamente, incluso antes de Internet, el periodismo es la crónica anunciada de un cierre: una caja de cartón donde depositar los pocos objetos personales, y una nueva oportunidad profesional. Los cierres han estado siempre a la orden del día ya sea por motivos políticos, económicos, de mercado, etc y siempre han surgido nuevas ideas sobre las que crear un nuevo proyecto que como sísifos con olor a tinta volvían al poco a comenzar. Esta tendencia se ha reforzado en tiempos de crisis y de diferentes métodos y modos de informarse en Internet pero no han inaugurado una profesión y un sector que siempre ha vivido con bastante incertidumbre y sustos.
En la situación actual la multiplicidad de proyectos, ideas y criterios topan con la sucia realidad del rendimiento cortoplacista de los inversores, de la poca paciencia de los lectores, o el hecho de emplear formatos demasiado modernos o esquemas excesivamente anticuados que choca con lo que el lector desearía. De todo esto se puede encontrar en la historia de los medios por eso paso a comentar mi punto de vista sobre lo acaecido en Factual y Soitu.
Factual nació como una verdadera revolución, al menos publicitaria, con periodistas de postín y un modelo, de contenidos de pago, que amenazaba las tendencias naturales actuales del medio. El formato era muy arriesgado y novedoso pero no muy legible. No mucho antes Soitu, un periódico valor más contrastado y formato novedoso que tenía un concepto antiguo de periodismo, que los más antiguos recordábamos de la serie "Lou Grant”, descabalgaba y caía. En ese momento los profetas del desastre fueron capaces de predecir el hecho ya ocurrido y vieron con la claridad de un oráculo los errores que se habían cometido. Uno parecía bastante común en todas las quinielas del pasado: Un maximalismo posibilista, o solipsista incluso, del que despertaron por el “gong” de los supertacañones del dinero, o de las visitas/suscripciones no producidas.
Las circunstancias del mercado de medios, el periodismo, en Internet son conocidas: la caída de la publicidad, el descalabro del periodismo del papel casi sin "suelo" en el que apoyarse y unos nuevos medios, léase Factual o Soitu, que afrontan esta oleada de medios, redes sociales colaborativas, periodistas ciudadanos, twitters, foros, agregadores, widget de información, etcétera con un modelo: editor, director, redacción, periodistas, fotógrafos, al estilo de la redacción del Daily Planet con su Louise Lane, Clark Kent y Jimmy Olsen, pero que colapsa antes, apenas, de llegar a cobrar la primera paga extraordinaria. Luego, el desastre, los recortes, el cambio de filosofía, el abandono de algunos, las críticas acerbas de muchos que envidiaban no estar en la vanguardia, las envidias de medios clásicos y una cierta incomprensión sirve de abono, divina naturaleza, para la siguiente experiencia o proyecto periodístico, quizás el que más se acerque a lo que el futuro demandará. Como un eterno ciclo de Shiva, Vishnu y Brahma.
Cual es la enseñanza que extraemos, ahora yo hago adivinación del pasado, de lo que ha ocurrido y está ocurriendo. Por comparación con los fenómenos de mayor éxito en Internet parece que los nuevos medios han de construirse fundamentalmente con los medios mínimos, por ejemplo Menéame que si bien no es un periódico si es un medio de información principal en español. Menéame subsiste y sobrevive con apenas seis personas, es cierto que solo administran información y aportes de otro, pero da idea de por donde va la historia, el mínimo nucleo core sobre el que ir construyendo el edificio del periodismo. Quizás, como dicen algunos, el criterio se pierda, las noticias de aluvión, las frikadas o el verificar las noticias se resienta, como ocurre en bastantes de los periódicos en Internet llamados “confidenciales” y que se nutren de rumores con poca comprobación, de anécdotas chuscas y de detalles escabrosos o sexuales pero ¿acaso los periódicos tradicionales no han "abaratado" conceptos del periodismo para sus ediciones e incluso han dado categoría de fuente fiable a esos mismos confidenciales, blogs, redes?. El lograr un periodismo que de noticias pero no trufadas de frikismo y de tontería es quizás el próximo gran paso y la baza que el periodismo convencional ha de jugar o imbuir en los periódicos puros de Internet: la calidad, era un punto que sin lugar a dudas Factual o Soitu, tenía como gran baza. Entonces ¿porque no se le dio valor a ese periodismo de calidad y moderno?, ¿Porque los premios le señalaron pero no las visitas ni el tráfico/ suscripción?
Las respuestas pueden ser varias y variadas, intentaré irlas deshojando desde mi nesciencia temeraria en los próximos párrafos.
Un grupo humano pequeño, quizás mínimo, miremos por ejemplo Microsiervos, pocos colaboradores, muy comprometidos y llegando a las tareas desde redacción hasta comunicación, de definición del formato hasta la colaboración en otros lugares para generar nube y buzz alrededor del medio. Lo de la exclusividad en la aportación al medio es quizás de otro tiempo, ahora prima la visibilidad sea donde sea.
También es importante disponer de información puntual, actualizada, cabalgando el “zeitgeist” desbocado del tiempo, información customizable y dirigida que pueda, eventualmente, servir como punto de inicio o de colección de “intereses” quizás de cara a una posible valoración económica, publicitaria, de grupo, etc. Esto es de gran valor y de gran reconocimiento para los lectores.
La información como fuente de datos o, también como fuente de entrada y conocimiento de unos servicios, una relación biunívoca y dirigida. Un ejemplo es Idealista.com, un lugar que da información vinculada a su principal negocio, el inmobiliario, de manera que sirve para acercarse a su lugar, pero aportando información valiosa y necesaria incluso para los que no buscamos piso ni alquiler solo un resumen de noticias sobre ese ámbito. Es decir, se logra convertir la información en el nexo entre el informante y la marca, en servir de referente y, al tiempo, ser un pequeño servicio de información, a veces comentada, a veces solo referenciada. Me consta, lo se, que Idealista.com hace un esfuerzo en generar estos contenidos atractivos y como tal Internet se lo “agradece” a su forma y medida.
Este es el futuro y el lugar donde Microsiervos, por ejemplo o Menéame tienen lugar y también donde Twitter ha encontrado el filón de dinero. Quizás no sea del todo entendido desde los medios clásicos y los periodistas de siempre pero es, quizás, el futuro menos discutido de los medios, la información no como punto final, como lugar donde acaba el servicio sino como punto de inicio para las redes sociales, el negocio, la necesidad, la utilidad. En este mundo es donde han de “jugar” los medios en Internet: donde toda una familia de páginas, lugares, etc emplean la información como ticket de entrada a otros lugares, para comprar, para relacionarse, para conocer, para informarse, etc. Y por eso mismo, por ser entrada y no fin, es por lo que es muy difícil concebir el periodismo como tal: Nadie pagará por una entrada que casi no le da derecho a nada o a una nada que puede encontrar gratis y regalada, ha de ir acompañada de “algo más”, algo más cercano y casi me atrevería a decir, personalizado.
Desde esa plataforma inicial, atómica, es donde se pueden intentar “crecer” y aumentar hasta llegar a algo mas estructurado y parecido a un periódico actual. Es el caso de uno de los casos más exitosos Huffinton Post donde desde el inicio Arianna Huffinton ha sabido crecer y aumentar su número de colaboradores hasta llegar a la situación actual que es referente de información, de calidad y comentario para un sector de información, los que en EEUU llaman liberales y aquí sería algo parecido a “la izquierda”. En ese prestigio alcanzado, ese criterio, una asignatura muy importante, ahora puede “permitirse” invitar a colaborar, con mayor o menor repercusión económica supongo, a personas importantes, de los que crean opinión, de los que sientan bases, de los que tejen hipótesis con esa base de lectores mínima que permita la subsistencia.
El primer paso de todo esto es mostrar en una campaña de presentación, viral, del nuevo producto periodístico de una forma que haga contener la respiración y anhelar ver los que se sugiere en el nuevo medio. Esto lo hicieron bien Factual y Soitu pero, y sin duda, los quince minutos de gloria de Andy Warhol apenas llegan a los quince segundos entre clicks en Internet por lo que ese primer paso, ese empuje inicial que llame a seguir leyendo es importante y básico. Pero una vez superado el colorín y el rutilo de esos primeros momentos, el formato, el acceso, los contenidos, la facilidad de lectura, de comentario, el diálogo ha de hacerse ágil, rápido. El “shock” inicial ha de alimentarse y mutar hacia un servicio de información útil, en los términos antes indicados. En ese sentido se ha atribuido a un diseño excesivamente novedoso o de “difícil empleo” parte del fracaso, en término de visitas/suscripciones, a Factual y Soitu.
En este sentido el digital Periodistadigital, que poco a poco se desliza hacia el escurridizo periodismo de tendencia amarillista, presenta un caso paradigmático. Cada artículo, que tienen un mucho de "flame", provoca polémica que se transmite directamente en apoyadores y detractores que se van citando tras cada esquina de sus comentarios. Sin embargo y a despecho de la falta de rigor y un criterio periodístico discutible lo cierto es que se consolida con una “base” social lectora importante, sea para alabarlo o para criticarlo. Es quizás la otra forma: no superar el “flash” inicial y “vivir” del shock cotidiano, del escándalo, del suceso, de la noticia “un hombre ha mordido un perro”. No es el periodismo que yo querría como oferta básica pero es un periodismo que, no nos engañemos, siempre ha existido con un grado de éxito apreciable.
Además de esta forma de organización, los colaboradores "core" y una política de branding, de marketing adecuado, mostrándose en Facebook, twitter, en menéame, en redes aquí y allá, dándose a conocer, también ha de superar esa tradición de “mantener la distancia” con el objeto de información, e involucrarse, tomar partido, quizás en un criterio gonzo superabundado. Apoyando o manifestándose de manera activa, como hizo 20minutos con el célebre manifiesto contra el cierre de páginas web no solo dándole difusión y comentario sino siendo parte activa en su redacción. Son muchas variables en un entorno amenazante y cambiante, y no necesariamente a mejor, las que hay que tener en cuenta y el suspenso en una de ellas, una sola, puede llevar al cataclismo entrópico del cierre.
El periodista ha de superar esa barrera que marca la distancia objetiva e implicarse. Este mundo, Internet, es de la infinidad de protagonistas subjetivos, cada uno de ellos con sus pros y contras y, también, el de la posibilidad de matizar, refutar o apoyar cada idea, pero siempre tratada de manera verídica y de forma contrastada. Aprovéchese esa credibilidad apoyada en lo subjetivo en beneficio del proyecto periodístico. Aprovéchese el prestigio y visibilidad para que sirva de atractor, como las luces a las polillas, de comentarios de interés, autores con criterio y en general una nube enriquecida que salte la pantalla brillante y se siente junto al lector. Eso será parte de ese “poco más” que dejé colgado y huérfano hace cinco párrafos que justifica que un medio sea o no atractivo en Internet, y que genere identificación y seguimiento. Es el nuevo periodismo.
En este estado de desarrollo del mundo de Internet, con todas sus redes, sus blogs, sus microblogs, y sus acciones, campañas, wikis, podcasts, etc, la clave está en lograr esa colaboración, ya sea de manera directa: 10% de aportadores que den valor al medio de información o de manera indirecta en forma de comentadores. Abandonar el caso clásico de redactores en busca de noticia y apalabrar un mundo más al estilo de, por ejemplo, Bottup, Periodista ciudadano o en un formato más grande Globalvoices. Estos nuevos medios representan la voz, directa, involucrada y libre del ciudadano, es quizás la parte del nuevo periodismo que mas toca con el mundo blog y su activismo.
En este caso el periodismo blogger se contagia de esa característica tradicional del periodismo, de ese al estilo Berstein y Woodward que fue capaz de hacer dimitir a un presidente norteamericano, hoy en día los periodistas y el periodismo tiene tal número de trabas y ligazones con los poderes que este tipo de investigación arriesgada y valiente en pocas ocasiones se da y cuando tiene visos de darse solo esconden un interés político posterior como ocurre con en empecinamiento del diario “El Mundo” en su conspiranoia eterna alrededor del triste atentado del 11M de 2004.
En este lugar, los periodistas bloggers, es donde los medios tienen un filón, porque en esa colaboración es donde nacen periodistas, voceros de una realidad callada, disidentes y activistas con causa que, en primera persona, cuentan la historia tal y como es. Es el caso de la bloguera y activista cubana Yoani Sánchez que desde su blog y a pesar de la presión del gobierno de los Castro nos muestra una Cuba real, la de las apreturas y la de la necesidad de la democracia. Un periodismo de riesgo, de involucración y de activismo que a nadie, nos deja indiferentes.
Como ejemplo, no muy equilibrado ni amable de la posibilidad de influir, de estar presente como actor en la sociedad están las campañas para llevar a sujetos frikis a Eurovisión amparados desde diferentes lugares sociales, hace dos años en youtube, este año, el de John Cobra, desde forocoches. Es sorprendente como esta capacidad que se dice para que los medios se conviertan en “protagonistas” de las historias por medio de su compromiso y su integración social se revierte las redes sociales son capaces de crear noticia, de generar controversia o polémica, en algunos casos por el simple hecho de hacerlo. Las preguntas son: ¿Porqué alguien decide apoyar desde un lugar como forocoches una iniciativa como la de presentación del rapero John Cobra?. Por encima del trollismo o el gamberrismo anarcoide que siempre está presente en Internet cabe declarar que forocoches pudo superar su aparente dedicación a los coches y generar comentarios, opinión, ¿noticias? hasta el punto de que los lectores no solo leyeron sino, un porcentaje no desdeñable de ellos votaron e influenciaron de manera muy visible. Es decir se convirtieron en noticia. El periodismo ha de abundar en esa idea el ser algo más activo socialmente, el ser más involucrado, el aportar ese poco más de conexión, idea, comentario que requerimos y buscamos en los lugares sociales que existen en Internet.
Se plantea un mundo de periodismo colaborativo, quizás amateur, puede que con necesidad de tutelaje para evitar derivas y abusos, quizás con necesidad de apoyo para que sea más completo, pero ahí es donde se encontrará el éxito, ese “algo más”, porque realmente lo que necesitamos leer, yo al menos, es un punto de vista que no se confunda con la información pura y dura, para eso hay otros canales conocidos. Necesito saber lo que vivió, conoció, supo o pensó tal o cual persona y sobre eso, quizás escribir en mi blog, o twittearlo o quejarme en una campaña en Facebook. O contárselo a mis amigos en Tuenti o simplemente quedarme pensando. Ese campo ha sido muy someramente explorado en los nuevos medios casi ha sido desdeñado como si convirtiese a los medios en pasquines o salas de chat de quinceañeros pero no es tal porque si el lector de periódicos y el consumidor de medios ha cambiado, por cierto no soy un quinceañero sino casi un cuarentón, la forma de contarlo, de organizarlo, de venderlo y de mostrarlo ha de cambiar.
También otro punto de cambio será el de los inversores, los del dinero. Un periódico no es algo que se venda y se gane dinero sin más, como una funeraria, y menos ahora y comenzando desde cero. Si un lugar como Twitter recibió oleadas de inversores antes de saber, siquiera, el modelo de negocio, vemos que es preciso aclarar cual es el negocio al que opta un medio periodístico en Internet. La totalidad del negocio puede no ser tanto los lectores como todo lo que hay alrededor: publicidad, influencia, visibilidad, capacidad de crear opinión o debate, etc. En ese aspecto la rentabilidad inmediata no es un criterio muy realista y para poder “aguantar” unos meses sin números negros es preciso fundamentalmente dos cosas: una muy buena idea, bien armada y bien sostenida, y un grupo detrás con suficiente motivación, experiencia y formación, una especie de kibbutz periodístico. Quizás en esta base inicial es donde ambos periódicos Factual y Soitu no han sabido ubicarse. Sobre eso y como contaba de Huffinton Post es sobre el que puede construirse un medio que se asemeje a los periódicos clásicos pero apoyados en esas bases que he repasado en los párrafos anteriores.
Un mero comentario sobre la marcha de Arcadi Espada de Factual, con ese hecho, el de desaparición de la figura de prestigio, junto con otros profesionales, de la redacción de Factual, se puede conocer que evidentemente todo ese caudal de posible visibilidad se rompe, el embrujo de la emoción por el nuevo medio deja paso a las posibles intrigas o los argumentos de consejo de administración. En resumen, no creo que Factual llegue a cumplir los veintidós meses de Soitu. Y eso a pesar de disminuir de manera abrupta su plantilla e imponer un régimen tan diferente que, sinceramente, no me interesa.
Decía la publicidad inicial de Factual que el periodismo no se vende, se compra y yo apostillo, tampoco se compra. Un periódico que no aporta todo lo que se le pide para ser un periódico típico de Internet: comentario, diálogo, referencia, ni quizás algo de ruido, ni tampoco conectividad, no puede competir con la miríada de lugares, cada uno de un tipo y un sesgo, que tienen eso y, cada día, mucho más y, lo que es también importante, saben buscarse la subsistencia sin pedir al lector, al colaborador, al redactor o a quienes extraen las ideas y las esparcen de nuevo ningún dinero, cuota, suscripción o fielato. Es difícil competir contra lo gratis, sobre todo si lo que se da a cambio es casi igual a lo gratuito por eso el modelo no ha llegado a su fin, no se ha llegado a la meta para decir: Un medio digital ha de ser así, pero las enseñanzas han de darnos algunas pistas de valor. Para eludir el corte amargo del hilo de la Moira del periodismo que no se llama Átropos sino realidad y dinero.
Por eso es importante que los medios entiendan que los que aportan no puede ser lo que ya existe gratis, accesible, neutral y fácil: existen mil lugares donde conocer y donde tener información puntual sino que han de tener ese poco más y ese poco más casi nunca se podrá pagar con dinero. Dicho de otra manera, casi nadie cambiará un algo casi ideal y gratuito por "otro" algo que cuesta dinero y cuyo futuro no se adivina, de nuevo, muy largo. Es cierto que todo cuesta dinero, que el periodismo no se vende, pero también es cierto que en este mundo de Internet no es necesario venderlo y, de esta manera crear la barrera irremediable del vendedor y del comprador, el vendedor quiere dinero, el comprador un producto que, en general, no es completo con un solo medio. Por eso la dinámica es otra, el buscar la presencia, la visibilidad, la situación y de eso, de como obtener dinero sin comprometer ni la línea editorial, ni el futuro, ni la credibilidad, creo que los blogs tienen mucho que decir. Por supuesto no al nivel actual de los medios pero si en un nivel que garantice la pervivencia y para eso no hay más que ver los ingresos de los bloggers más influyentes para verificarlo. Estableciendo un paralelismo muy arrimado a mi sardina, sería un criterio de periodismo a la SGAE, que espera que el lector se le rinda ante un producto que es superado o el periodismo al estilo de compartición y conciertos, donde el músico da a conocer su trabajo y lo expone y se expone para llegar al máximo numero de oyentes.
Si a esto añadimos que los internautas no tenemos una afición al dinero más allá de lo que nos implica la pervivencia vital y quizás algún gadget, lo de tener que pagar, lo de conjugar el mundo en términos de pago-compro no es agradable, puede que sea el penúltimo resabio hacktivista y anarcoide de este mundo desembarcado de capitales. Por eso todo lo que suene a pagar suena oscuro, antiguo, perecedero y todo lo que sea colaborativo, "regalado", "hecho entre todos" suena moderno, interesante, actual. Aprovéchese, pero de manera verdadera no en fakes vergonzantes que rompen la credibilidad. Esto servirá para generar contenidos de opinión, comentarios interesantes y, en resumen una nube de lectores/comentaristas/autores/editores/colaboradores que apoyen y hagan flotar el peso algunas veces impensable de las naves de los nuevos medios.
En este repaso somerísimo, aunque no corto, y no exento de alguna inexactitud, me temo, es donde Factual y, antes, Soitu, han fracasado. Ahí es donde se han de aprender, donde los medios clásicos, con toda una estructura detrás, han de aprender para convertirse en referencias, o los medios nuevos han de sentarse y pensarse para no cometer errores de "otra dimensión", la de los medios clásicos. Que el periodismo y los medios visuales hayan ido cayendo uno detrás de otro en Internet solo certifica está última "verdad" las estructuras clásicas y ordinarias de estos medios: grandes, con muchos medios, con muchos profesionales y especialistas, no se valorizan ni valoran en Internet. La rapidez, la agilidad, la necesidad de que lo que se cuente sea un ladrillo de un muro más grande apuntala otros valores más interesantes. Una búsqueda en Twitter sobre un término vale más, y cuesta infinitamente menos, que un video de diez minutos de duración con largas horas de producción posterior.
Este es el futuro del periodismo en Internet, olvidar viejos clichés, formas de redacción, gurús, y forma de organización y financiación para intentar generar una "nube" de interés que sea enriquecida, más o menor dirigida por los usuarios ya sea en contenidos, esto tiene sus pros y sus contras, o en la influencia, visibilidad y capacidad de convertirse en protagonista o agente. En este caso cada blog, incluso los muy pequeños como éste, tienen esa doble posibilidad, se dice, se cuenta, se manifiesta y expresa un contenido y, además, se intenta generar comentarios, diálogos, lo que se llamó "conversación", que trascenderá el lugar y volará para volver otra vez a ser semilla de comentario, artículo, pensamiento, etc para convertirse en algo más activo, más social, más general. En pocos días veremos el alumbramiento del penúltimo, el último está siendo pensado, medio, parece que el nombre será, Cuarto poder, aquí su blog seminal, y creo, espero, que aprenderán de los errores en cabeza ajena. Por ahora, y por lo que uno se entera en twitter, parece que el problema económico ya existe y el sentimiento kibbutzim también.
Periodismo en este blog: http://almadormida.blogspot.com/search/label/Periodismo
(perdón por la longitud del artículo, no he sido capaz de decir lo mismo con menos palabras).
Esto es así o, quizás, justo lo contrario pero, es su "trabajo" sacarme de mis "errores". Recuerdos del día de mañana.