ENTORNO AL NATURAL. Tarentola mauritánica (Salamanquesa común)
Tarentola mauritánica (Salamanquesa común, Encuerao, Dragón…)
Reptil inofensivo de la familia Gekkonidae se encuentra distribuido ampliamente por toda la cuenca del Mediterráneo. Donde está presente, es fácil verlo al anochecer en las paredes o fachadas próximas a farolas donde acecha y caza los insectos que son atraídos por la luz.
Descripción:
Machos de mayor tamaño que las hembras. De cuerpo de hasta 9 centimetros con otros tantos de cola, de color grisaceo con tubérculos aquillados a modo de prominencias rugosas, robusto, aplanado, con una cabeza triangular, grande. Son llamtivos sus grandes ojos de pupila vertical, carentes de párpados. Al igual que otros reptiles puede regenerar su cola.
Con cinco dedos provistos de protuberancias laminares que le permiten adherirse a casi cualquier superficie vertical. Uñas visibles en el tercer y cuarto dedo en machos y en todos los dedos en hembras.
Hábitos:
Comportamiento nocturno o crepuscular. Pueden emitir algún sonido agudo ( metálico). Prefieren zonas soleadas.
Su dieta principal la constituyen los insectos.
La época de reproducción suele ser en Primavera, principios de verano. Puede realizar dos puestas al año (abril y junio) de dos huevos esféricos, que tras cuatro meses de incubación nacen las pequeñas salamanquesas con menos de 5 cm de longitud. Crecen muy lentamente y pueden llegar a vivir hasta 8 años.
Al ser de sangre fría según las temperaturas invernales hibernan.
Hábitat:
Se encuentra distribuida en la región Mediterránea e introducida en múltiples paises con este clima.
Ocupa cualquier hábitat templado, soleado y con grietas, como roquedos, troncos de árboles o construcciones humanas, sus ruinas…Vinculado y visible principalmente en construcciones humanas cerca de los puntos de luz.
Amenaza:
Son relativamente abundantes en las regiones mediterráneas de la Península Ibérica, haciéndose más escasa hacia el interior y noroeste. No está catalogada como amenazada.
Una de las pocas amenazas que se cierne o cernía sobre esta especie es la leyenda o mitos asociados a ella que infunden el “temor” o “repulsa” sobre ciertas personas debido al total desconocimiento de la misma. Pues no deshace la ropa, sí se come las polillas. No tiene veneno, no producen calvicie, ceguera, ni inhiben el crecimiento, ni cualquier otra superstición similar, no representando ningún tipo de amenaza para el ser humano. Al contrario, este inofensivo reptil de dieta insectívora, nos evita la molestia de algún que otro insecto incómodo e incluso perjudicial.
En consecuencia, cuando tengamos la fortuna, como nuestro caso, de “convivir” con ellas, respetémoslas, observando su gracilidad e ingravided en sus movimientos verticales, su habilidad para la caza…
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