Entrada

Publicado el 04 febrero 2013 por Rcallejas29

Rugían  los espíritus alborotados por el ruido negro de tus ojos,
el salón se difuminó y se mimetizó
 con el aire que cortaba tu suelo al caminar,
la noche era una invitada a la fiesta de tu espalda desnuda,
las caricias de la seda y el embrujo de tu piel,
suave, diminuta y feliz,
construían el amanecer de tu cuerpo.
Deslumbradas de luz las miradas susurraban tu nombre,
intentaban tocarte y
 gozaban de tu imagen
que era envidia de mis musas.
Tu ser en un descuido invento el tiempo,
se  baño en eternidad
cruzo la puerta y se soltó el pelo.