entrando a salir

Comienzo este lunes escribiendo en la madrugada (como no podría ser de otra manera), para que vos me leas, para que nadie me lea, para que este lunes tenga algo escrito, este blog, tenga algo escrito.
Creo que ha llegado el momento de ir más allá de los poemas, de publicar junto a éllos un poco más, aquello que normalmente queda en el aire, eso que explota en una puteada o se moja en un lamento; llegó el momento -como venía diciendo- de hacer lo que hace alguien que escribe: escribir.
No puedo vivir si no cuestiono, si no pongo en tela de juicio el 97,07% de las cosas que veo, que leo, que como, que tomo, que pienso, que escribo... Julio Cortázar dice por ahí algo así como... pareciera que he venido al mundo para no aceptar las cosas tal como me son dadas: así soy yo, está grabado en mí. por eso me rompe soberanamente las pelotas cuando me falto, por error u omisión, por la mierda que sea.
Soy jodido, si, ya me los has dicho, ya me lo dijiste, ya me lo dirás, ya me lo volverás a decir.
Hoy alguien nació, alguien murió, alguien se fumó un porro, perdío la viginidad o se puso de novio a los 78 años. Hoy alguien se puso a escribir sobre un final y un comienzo.
Afuera pasea un vientito fresco, como para dormir con la ventana abierta, de hecho eso es lo que voy hacer, ahora, sobre este quinto piso contrafrente.