Entre el hijo y el tipo, siempre el hijo

Publicado el 07 abril 2022 por Sylvia
Supongo que en alguna medida, todas las personas nos sentimos un tanto escandalizadas por algo que consideramos está mal y que no está en la lista de nuestros riesgos... A mí me pasa con las mamás y los papás que priorizan una relación de pareja o los intereses de su pareja o sus intereses sexoafectivos por encima de la crianza o del bienestar de sus crías. Me dan ganitas de sacudirles. 
Hoy he leído en un grupo privado de Facebook, a una mamá que pide opinión sobre una situación de conflicto en su casa, que me parece tiene la salida clara de mandar lejos al tipo. Objetivamente es fácil de ejecutar; la cuestión es que es doloroso, le implica perder cosas que valora... Y ante esto, hay quien da vueltas. Yo pienso que así es la vida: que corresponde estar dispuestas a pasar dolor y perder cosas que valoramos cuando es necesario por el bienestar de la cría.
No soy mártir. No pienso que la maternidad tenga que ser "sacrificada". Al contrario: luego los sacrificios se cobran caro y no se vale Solo toca lo que toca. Si tengo un recién nacido que despierta por las noches y soy quien está a cargo, pues no voy a dormir bien por las noches durante un tiempo. Es lo que toca. Pues así: si tengo un hijo con tales necesidades cuyo bienestar es incompatible con la vida en pareja posible con un señor Fulano de Tal, pues no hay vida en pareja con el señor Fulano de Tal. Si quiero vida en pareja, espero o me busco a otro señor, pero no a ese Fulano de Tal. Y ni modo, porque no me planteo la posibilidad de poner en riesgo el bienestar de mi hijo, menos de ver cómo se pierde ese bienestar, a veces construido con mucha dedicación.
No hablo de no tener vida en pareja. Hablo de no tener una vida en pareja que no le viene bien a mi hijo o a mi interacción con mi hijo o a mi manera de maternar. 
Yo me tardé aaaaaaños en terminar mi relación de pareja: años de intentar, de regresar, de no poder creer que había vida después de eso; tengo claro que puede ser muy complicado, pero era asunto mío con él, no algo que pusiera en jaque el bienestar de mi niña. Si hay crías, se procede a poner a salvo a la cría. De hecho, parte de lo que me motivó a decidirme fue pensar en lo que ella iba a aprender sobre las relaciones de pareja... Lo que quiero decir es que nunca se trató de problemas con el trato qué él le diera a ella o que a él le molestara algo de ella; no habría podido tratarse de eso porque a la primerita señal de algo así, le habría sacado de nuestras vidas. 
No hay manera de que yo pueda estar con alguien que no la adore y que no piense la educación en términos de buen-trato. Puedo enamorarme, ir a comer, tener sexo, recibir un regalo; pero hasta ahí: en horario que no interfiera con mi prioridad. 
Silvia Parque