Entre flores y muselina
voló la idea de mujer que viniste a mostrarme,
sobreviviente de acróbatas y trampolines
tu beso se hizo lábil mariposa en mi boca,
recorrió la desnudez de la tarde y
el aroma de la transparencia
fundó largas horas de un imperio de cronos,
en un paraíso que creía olvidado y
en el cálido hueco de tu abrazo
la fe y los milagros se emborracharon de Dios.
Supieron las palomas de tu piel
como hacer nido en mi cuerpo y
la levedad de un alma confundida
entre flores y muselina
rescató la vertiginosidad de la vida.