La verdad es que sé dónde quiero estar. Pero me embarga el sentimiento del amor imposible. Aquel que deseas más que nada en tu vida, que te desgarra por dentro, que hace revolotear mil mariposas en tu estómago. Aquel que sabes que no hará más que destruirte. Un amor que te irá consumiendo poco a poco. Un amor envenenado.
Soy el surfista que espera la gran ola. El que ha estado sentado durante toda la mañana, quizás durante días, sobre su tabla.
¿Dónde estoy?
Entre la luz y ningún sitio.
¿Hacia dónde voy?
¿Cuál es la decisión correcta?
Buenas noches y... Buena suerte