Caminas por callejuelas sin rumbo...
hueles la memoria,
vas descontando números.
35, 34, hasta poner el contador a cero y en orden.
Caminas, deambulas, respiras, sueñas,
y dejas de lado hasta el futuro, si es que todavía nos espera.
Y, a veces, aun cuando creemos que no veremos la Luz, hasta ésta, nos echa unos cuantos cables…
enmarañados, alambicados, complejos...pero ahí está: desafiante y haciéndonos alcanzar y rozar el cielo con la yema de los dedos.
Ya sé, el problemita luego estará en la factura, o en los recortes, porque igual hasta nos la corten, o nos dé el calambrazo.
Pero lo visto, lo vivido, y los sueños hechos realidad, esos, no tienen precio. Y a fin de cuentas más tarde o más temprano la vida, suele pasarnos factura a todos.P.S. Gracias Myr... Entre tú y yo, sobran las palabras, los merci, y todas esas cosas tontas y ridículas que se dicen los goys... ya que si bien nos guste o no, sabemos que todo queda en la memoria, y ésta de generación en generación, permanecerá a través de la palabra, y entre los acordes de un violín...;-)
Fotos, E.M.