Entre sábanas, tu piel se sentía más expuesta que a la distancia, tu ser era tan valioso como el café que amas tomarte en las mañanas.
Entre sábanas, tus pensamientos se vuelven ráfagas incontenibles que pierden el contexto al verte sonreír
Entre sábanas, tus besos se vuelven miel, y tu cabello revuelto solo te hace parecer más dulce.
Entre sábanas, mi niña, serías capaz de gobernar el mundo un lunes por la mañana.