10.000 horas como mínimo para que termine la fase de entrenamiento de la desidia. Solo contando las horas presenciales, solo la parte que te obliga el sistema, la estructura.
¿Para qué?
Para aprender a separar dos contextos, la vida y “los textos”. Aprendemos autoridad como poder, confundiéndola con MIEDO, desvirtuando la realidad.
Cuando no eres consciente de algo, como Homero cuando el azul “no existía”, cometes errores, llamar a los mares oscuros como el vino, pero cuando te haces consciente de que algo es equívoco y lo perpetúas, estamos ante el Sistema Educativo: uno culpa al otro y el otro a aquél pero aquél uno no hace nada por ayudar al otro. Planteémonos si los deberes son necesarios, pero hagámoslo desde el primer día que somos conscientes. Salvemos a los niños como salvaron a Pennac, el
Gracias Nonia por pasarme el vídeo. Gracias Bailen por hacerlo.