Revista Talentos

Entrevista a Irene Dev. Actriz principal de la serie de Netflix Bienvenidos a Edén

Publicado el 18 abril 2023 por Premiere Actors @PremiereActors
IRENE DEV

«Ser consciente de que no soy la mejor, sino de que hay una una versión increíble de mí en el futuro, me hace recordar que para alcanzarla tengo que seguir trabajando todos los días.» -Irene Dev

Irene Dev es una maravillosa actriz Almeriense. Como muchos ya sabréis, dio el salto a Netflix, dando vida al personaje de Alma, en la innovadora serie Bienvenidos a Edén y estamos a punto de volver a verla en pantalla en la segunda temporada. En esta preciosa entrevista Irene brilla con luz propia y nos demuestra que no sólo es una auténtica profesional, sino que cuenta con una humanidad impresionante. Irene siempre ha tenido las ideas muy claras, desde muy pequeña sabía que quería ser actriz y con su recorrido artístico es un gran ejemplo de que, con constancia, visión y mucho trabajo, los sueños se pueden cumplir. Desde que nos conocimos hace años en los pasillos la Universidad TAI siempre ha habido muy buena conexión entre nosotras y nos emociona profundamente que podáis conocerla un poco más detrás de las cámaras.

Hola Irene, ¿cómo estás? Muchas gracias por concedernos esta entrevista. Para conocerte mejor, nos gustaría que nos contaras: ¿siempre has tenido claro que querías ser actriz? 

Siempre he tenido claro que quería ser actriz, la verdad. Yo siempre digo que nací sabiendo que iba a ser actriz. No he tenido ese momento donde vas a ver una película u obra de teatro y te das cuenta. En mi caso, todo surge a raíz de que mi madre fue actriz cuando era joven. También fue su sueño y claro, yo crecí escuchando todas sus historias de los rodajes. No es que mi madre llegase a cumplir su sueño, pero sí intentó meter cabeza y ella fue la que me transmitió, desde muy pequeña, el amor que sentía por la interpretación a través de sus historias. 

Siempre supiste que querías ser actriz pero, ¿recuerdas en qué momento no hubo vuelta atrás?

Como te comentaba, yo siempre supe a lo que me iba a dedicar, pero yo creo que fue cuando empiezan a preguntarte en secundaria qué quieres estudiar. Ese momento en el que ya tienes que empezar a decidir si te vas por letras o ciencias, yo ya decía que quería ser actriz con mucha seguridad. 

Cuando empezaron a ofrecerme otras profesiones y a decirme: “Pero si se te da muy bien esto; ¿por qué no te dedicas a esto otro?” yo me quedaba como: “No, no. Que voy a trabajar como actriz y voy a formarme en artes escénicas”. 

Ahí fue cuando yo creo que tomé la decisión definitiva. Cuando tú lo das por hecho y de repente el mundo empieza a proponerte otras cosas, te empiezan a explicar lo duro que es, lo difícil que es y tú dices: “Me da igual”.

Es cierto que, en mis inicios, no pude obtener herramientas interpretativas porque vengo de un pueblo pequeñito de Almería, Felix, donde no había teatro y, como mis padres trabajaban, siempre fue mucho más complicado empezar temprano.

Pero siempre supe que no iba a dedicarme laboralmente o profesionalmente a otra cosa que no fuera esto. Hay muchos actores, pero no acaban diciendo: “voy a dedicarme a esto de forma profesional”. 

Tras tomar esta importantísima decisión para tu futuro profesional, ¿cuál fue tu primer contacto con la interpretación?

Pues mira, justo cuando me empezaron a hacer que me plantease otros estudios, aún sabiendo que yo lo único que decía era: “interpretación, interpretación, interpretación, actriz, actriz, actriz”, decidí tomar acción por mi cuenta. 

Me acuerdo que el padre de un compañero de mi clase era director de teatro y se me ocurrió hablar con mi instituto y pedirle si podía dejarnos un espacio por las tardes. Me propuso hacer una recogida de firmas y si conseguía suficientes como para hacer un pequeño grupo me cedía la sala gratis. Finalmente conseguimos hacer grupo pero, al ser muy poquitos, se fue disolviendo con el tiempo. Pero bueno, ese fue mi primer contacto con una clase de interpretación y me acuerdo que para mí fue reconfortante poder decir: “lo he hecho”. 

Yo siempre había interpretado en mi casa, pero nunca había actuado delante de más gente. De repente lo hice y me di cuenta de que podía hacerlo, me sentía increíble y pude comprobar que sí, efectivamente, es esto a lo que me quería dedicar.

¿Qué más pasos diste a continuación para poder materializar tu sueño? 

A continuación, me moví a un instituto que tenía el bachillerato de artes escénicas y, tras graduarme, me tomé un año sabático antes de entrar en la Universidad, para ahorrar y así poder mudarme a Madrid. La Universidad es cara y moverte a otra ciudad como Madrid, también. Durante ese año, me metí en una escuela de cine de interpretación en Almería en el teatro Cervantes y ahí estuve cursando mi primer año de interpretación con 18 años. Para mí fue el primer contacto y redescubrimiento con la actuación. Siempre había estado en contacto con la interpretación, pero no desde la formación académica, siempre desde la intuición, aprendiendo de ver películas, aprendiendo a escuchar…

Tras este año decidí dar el salto a Madrid. Siempre se ha dicho que Madrid es el foco de las oportunidades y que de Madrid al cielo. Eso yo lo sabía desde niña. Desde entonces, yo había querido ir a Madrid para poder saltar al cielo.

Enhorabuena por el gran éxito en Bienvenidos a Edén, ¿cómo llegó a ti este proyecto? ¿Cómo viviste el proceso de casting? ¿Te esperabas que te seleccionaran para interpretar a Alma? ¡Queremos saberlo todo!

Todo ocurrió postpandemia. Yo estaba cursando segundo de carrera de Artes escénicas e interpretación en la Universidad TAI. Debido al Covid, mi familia, como tantas otras familias, se vino abajo económicamente y costó mucho recuperarse. Por ello, cuando acabó el confinamiento, dejé la carrera, pero no la dejé por la serie, como muchos piensan.

Cuando acabó el confinamiento mi universidad organizó las muestras de interpretación que no habíamos podido hacer a final de curso y yo fui porque vi esta oportunidad como una forma de despedirme de la carrera y de disfrutar de aquella última muestra.

Fue un tiempo bastante difícil para mí, la verdad. Estaba muy apenada porque además, me di de plazo hasta diciembre para solucionar mi vida en Madrid o me iba de vuelta a Almería. No solo yo tuve que renunciar a cosas, toda mi familia sacrificó y nos unimos para salir adelante.

Entonces cuando acabamos la muestra, ¡una profesora nos envió el casting de Bienvenidos a Edén! En ese momento no tenía representante, lo envié y me hizo un click en la cabeza. 

Tenía claro que no podía seguir cursando el grado, pero me despertó la idea de empezar a hacer castings. Para eso necesitaba encontrar un representante.

En ese proceso fue cuando empecé a trabajar con mi actual manager, Cristina Chaparro. Para mi sorpresa, Edén seguía llamándome. Estuve como tres meses realizando diferentes pruebas en las que me hicieron probar varios personajes. 

Y no, no me esperaba que me seleccionaran. Ahora sé que esto forma parte de nuestro trabajo. Desde que me llega un casting hasta que lo envío, estoy trabajando; pero cuando eso acaba tienes que seguir con tu vida.

En esos tres meses yo hice dos fases por selftape hasta que me llamaron al tercer mes. Me llamaron para decirme que estaba dentro, pero aún no sabían para qué personaje. De forma naif yo ya pensaba que estaba dentro del proyecto oficialmente, aunque con el tiempo te das cuenta de que hasta que no firmes un contrato no estás dentro de ningún lado. Pero eso no lo sabía. Y entonces, me hicieron ir a Barcelona para probar el personaje de Alma, para el cual no había hecho prueba todavía. Pensaba que si no me daban a Alma, me darían otro de los papeles que había probado en las otras pruebas. 

Ahora lo pienso y era una forma súper naive de plantear la situación. A día de hoy veo las cosas desde otro lugar, aunque admito que me ayudó mucho llevar esa mentalidad.

El casting para mí fue como asistir a una clase de interpretación con el director y con la directora de casting. Me lo pasé súper bien, sin ningún tipo de nervios. Al contrario, fui modo: “vamos a jugar”. Yo creo que esa actitud fue fundamental en el casting. Es algo que me llevo de esa experiencia e intento que no se me olvide.

¿Qué ocurre tras la asignación de un proyecto como este?

Empiezas a recibir los guiones y con esos guiones comprendes las cualidades del personaje y los aspectos que necesitas trabajar, como por ejemplo, en esta primera temporada tuve que aprender a tocar el piano. Me compré un teclado y me asignaron un profesor con el que estuve trabajando desde diciembre hasta el día que rodé la escena con mi profesor. Y fue maravilloso, porque al final utilizaron mis manos en el plano detalle de la escena en la que toco. La gente no sabe que soy yo, pero sí, son mis manos. 

Comienzas a tener reuniones con los directores para que te cuenten la perspectiva que tienen ellos del personaje. Empiezas a tener reuniones conjuntas con otros actores con los que compartes trama, por tanto, ya empiezas a conocerlos y luego pasamos ya a los ensayos, donde haces trabajos de elenco para conocer a todos y crear el ambiente que los personajes tienen entre ellos. Y durante todo ese tiempo, vas creando al personaje, con tus propias herramientas. Y empiezas los ensayos con guión y directores. Con la coach ensayas el arco del personaje y la relación de tu personajes con los demás, trabajas la corporalidad y todo aquello que necesites. Además, es la figura a la que acudes para que te ayude a dar forma al personaje.

Tuviste que viajar a preciosas localizaciones para rodar Bienvenidos a Edén. ¿Cuánto duró el rodaje y dónde se rodó? 

Pues creo que fueron alrededor de tres meses de rodaje aproximadamente. Grabamos en Lanzarote, Teruel y en Lloret de Mar. Los tres lugares son mágicos, muy especiales.

¿Qué te llevas del rodaje de Bienvenidos a Edén? ¿Cuál dirías que es el mejor momento que viviste? 

Para mí la primera temporada de Edén, que fue mi primer proyecto, fue un aprendizaje modo Masterclass. Fui con los ojos abiertos, los oídos como antenas y muy receptiva a todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor. Fui una esponja durante todo el rodaje, sin descuidar, obviamente, a Alma, pero aproveché para nutrirme de todo lo que pasaba, porque era mi primer rodaje profesional.

Yo sentí la primera temporada como mi primera vez en todo. Fue maravilloso, porque ahí descubrí algo en mí que desconocía. Me hice consciente de que tenía incorporado en mí el equilibrio entre mi trabajo como actriz y el del resto del equipo de rodaje. 

Tu trabajo como actriz no puede centrarse en llegar al set de rodaje y hacer solamente tu escena, sino que, además, tienes que tener en cuenta que estás trabajando en equipo. Son muchas personas trabajando en lo mismo. No estás solo, no es tu show, es el de todos, aunque algunos no salgan en pantalla.

Tienes que trabajar a favor del sonidista para que recoja tu voz, tienes que trabajar a favor del cámara para que se recoja todo en cuadro. Estás interpretando, con lo cual, tienes que crear una comunicación con muchos departamentos. Con vestuario, con peluquería y maquillaje, con atrezzo para poder preguntar qué objetos puedes utilizar y conocer de qué espacio dispones, además de con el director, obviamente. Porque al final es un trabajo de muchísimas personas.

Una vez descubres cómo debes trabajar con el resto de departamentos, todo fluye mejor. Además, como actor, no te quieren molestar, estás muy cuidado… Deberías chequear que lo que tú estás haciendo va a favor del trabajo de los otros departamentos, porque ellos están trabajando también. Ese es el equilibrio que yo creo que hay que encontrar en un en un set.

Irene Dev interpretando a Alma en Bienvenidos a Edén

Cambiando de tema, antes de tener representante, ¿cómo fue tu proceso de búsqueda? 

Me hice con una lista de representantes y miré si alguno de sus actores coincidía con mi perfil. Para mí era importante ver cómo trabajaban con sus representados. También es cierto que, como cara nueva, es complicado elegir. No tienes la misma posición que una persona que lleve mucho tiempo trabajando, de modo que tuve que enviar a muchísimos representantes, porque no sabía quién me diría que sí.

Tuve la fortuna de empezar con Cristina Chaparro cuando ella se interesó en mí. Al final era con quien yo quería estar. Tuvimos una reunión donde vimos si éramos afines y, como digo, fue una fortuna, porque sí que lo fuimos y lo seguimos siendo. No he podido tener más suerte, la quiero mucho.

Es complicado conseguir representación artística, pero la cuestión es que estés y que lo intentes sin miedo a que te digan que no. Y hay que entender que para cada actor es un proceso totalmente distinto. 

A día de hoy, sabemos que mantienes una relación muy bonita con tu repre. ¿Cómo describirías la relación actual con tu representante? ¿Dirías que es un gran apoyo para ti?

Pues estamos en contacto casi a diario. En su día, hicimos el trabajo de conocernos, de conocernos bien. Se trata de un trabajo donde la comunicación es constante y tiene que haber feeling. Cristina es maravillosa, tengo la tranquilidad de poder expresarle mis dudas, mis inquietudes y compartir mis logros.

A día de hoy, Cristina se ha convertido en una persona fundamental en mi vida. Me ha explicado cómo funciona esta industria. Ella me da muchísima seguridad. También hay mucho amor de por medio, cuando tú estás rodeada de personas con quien vibra el amor y la energía bonita, te sientes elevada.

A día de hoy, ¿qué parte del recorrido artístico te parece más importante? 

Pues mira, uno de mis escalones favoritos de mi recorrido artístico es la formación. Yo creo que es fundamental y todos debemos formarnos para cada profesión a la que nos vayamos a dedicar. 

Creo que interpretar no es fácil, por mucho que la gente pueda pensar que lo puede hacer cualquier persona (esto es como el mayor bulo en esta industria). No es así. Interpretar es mucho más que eso. Interpretar es un todo. Interpretar recoge de la psicología, recoge de la música, del movimiento, de la danza…

Son tantos apartados por los que debemos pasar durante la formación que no me parece sencillo. Me parece un recorrido y, como siempre dicen, es una profesión de fondo y hay que tenerlo en cuenta. 

Lo que se ve desde fuera es el glamour de la profesión, pero eso es tan solo la punta del iceberg. Detrás hay mucho trabajo constante desde que te levantas hasta que te acuestas.

Es cierto que nunca dejamos de formarnos. Yo he hecho varios cursos después de Bienvenidos a Edén y sigo trabajando constantemente, leyendo mucho sobre todo lo que pueda. Empiezas a recoger de todas las áreas que te puedan aportar a ti como actriz.

Respecto al comienzo de todo, tu intención no creo que deba ser empezar a trabajar al momento. Hay que trabajar la paciencia, porque es un proceso muy lento. Haces castings para que los directores de casting te empiecen a conocer, y algún día llegará ese sí tan ansiado.

¿Qué filosofía te acompaña como Artista?

Creo que la filosofía laboral que me acompaña es que todos los días haya algo de “actuación y arte”. En esas 24 horas que tiene el día, para mí tiene que haber curiosidad, tiene que haber trabajo, tiene que haber un aprendizaje, aunque sea una pequeña cosa.

El “sólo sé que no sé nada” de Sócrates, es lo que me motiva: coger un libro todos los días y leer sobre distintos temas, o escucharme una masterclass de algo que sea relacionado u opuesto a mis intereses.

Ser consciente de que no soy la mejor, sino de que hay una una versión increíble de mí en el futuro, me hace recordar que para alcanzarla tengo que seguir trabajando todos los días.

Hoy soy la mejor actriz que hoy puedo ser, pero estoy trabajando para mañana ser la mejor actriz que pueda ser mañana.

No sé quién dijo esto, pero decía algo así como: “Un gran actor se diferencia de un buen actor porque un gran actor, antes de ser gran actor, fue una gran persona”. Creo que puedes crecer ayudando a crecer a otras personas. Las acciones tienen peso y las acciones positivas y negativas tienen que mantenernos despiertos.

Vemos la pasión que sientes por tu profesión, pero ¿qué es lo más gratificante de ser Artista? 

La parte más gratificante es poder trabajar de ello. Haber tenido la fortuna de estudiar la carrera, haberme mudado a una ciudad como Madrid, haber empezado a trabajar… es un privilegio.

Tengo claro que no todo el mundo puede dejar su casa para estudiar interpretación. Soy muy consciente del privilegio que he tenido, dentro de las dificultades, que han sido muchas, porque yo no vengo de una familia pudiente tampoco.

En definitiva, yo creo que lo más gratificante que te puedo decir es que tengo vocación, que es lo que más feliz me hace en el mundo, tengo la suerte de estar trabajando, tengo la suerte de tener a un equipo a mi alrededor que es mejor de lo que podría haber soñado.

Irene, desde que nos conocimos en los pasillos de la Universidad TAI ha habido muy buena conexión entre nosotras. ¿Qué ideas o valores crees que compartimos Premiere Actors e Irene Dev?

Yo creo que la pasión que sentimos por esta profesión y las ganas que tenemos de devolver a esta industria todo lo que nos da. Creo que Premiere Actors comparte conmigo el trabajo, el amor y la dedicación. Somos capaces de ver todo lo bonito que tiene esta profesión, la parte buena y la mala, e intentamos que la parte buena pese más.

Por último, ¿qué consejo le darías a nuestros actores lectores para impulsar su carrera artística?

Pues yo creo que la clave está en trabajar mucho, pero sobre todo les diría que trabajen su paciencia y su seguridad para con su trabajo y con su persona. Que tengan claro que el proceso de cada persona es distinto. Paciencia.

Que sean conscientes de todos sus pequeños logros porque, son muy grandes.

Cuidar nuestra salud mental es muy importante para poder hacer frente a los noes. Estamos expuestos a la opinión de mucha gente y suelen pensar que estamos viviendo la vida soñada, pero de repente te metes dentro y ves que hay muchos rechazos por los que hay que pasar. Debemos cuidarnos como actores y como personas. 

Les animo a que entiendan cuáles son los motivos por los que decidieron dedicarse a esto, que los refuercen y que los tengan presentes siempre.

Ya nos gustaría que esto fuese fácil, pero no lo es. Bueno, yo creo que nada es fácil en la vida. Pero creo que podemos hacer que las cosas sean más fáciles siempre que disfrutemos del proceso.

Muchísimas gracias por concedernos esta entrevista Irene. Desde Premiere Actors queremos desearte lo mejor en esta esperadísima segunda temporada, que, por cierto, se estrena este viernes 21 de abril en Netflix. Estamos deseando volver a ver a Alma en pantalla. Este es el principio de una bonita amistad y estamos seguras de que se cruzarán nuestros caminos en el futuro próximo. 🙂

Y a ti, amigo lector, decirte que ya tienes planazo para este fin de semana. Esperamos que esta entrevista te haya ayudado a conocer cómo se vive nuestra profesión desde dentro. Si queréis seguir conociendo a más profesionales de la industria y leer nuestros artículos semanales que te ayudarán a crecer y a impulsar tu carrera de actor puedes suscribirte a nuestro blog.

¡Hasta pronto!


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista