El pasado septiembre abandonó el escaño de diputado enfocando su trayectoria profesional hacia la consultoría de negocios fichando por PWC. Además se convertirá en uno de los profesores de la business school Instituto de Empresa.
Pregunta: ¿La política es una vía sin retorno para usted?
Respuesta: La política activa de partido, desde el punto de vista de la representación de los ciudadanos y en las instituciones, pertenece al pasado. Eso no quiere decir que no siga teniendo preocupación por los problemas del país y su gestión.
P: El sistema financiero fue el germen de la crisis. ¿Lo ve ya encarrilado?
R: En España es verdad que no ha existido la crisis financiera como la que han tenido en otros países. Pero es evidente que ha habido una implicación muy importante con el sector inmobiliario de muchas de nuestras entidades financieras que se encuentran ahora con un problema de minusvaloración de activos muy importante.
Otros países han producido un rápido y brusco ajuste a la baja del precio de esos activos. La consecuencia es que muchos bancos han entrado en problemas de capitalización y ha obligado a ser salvados por el sector público. En España no lo hemos hecho así, pero vamos a tardar más tiempo en resolver el problema. Hemos cambiado rapidez por solvencia financiera. Eso va a acabar afectando a la predisposición del sistema financiero local a conceder créditos a otros sectores.
P: ¿Entonces prevé otra contracción del crédito en 2010?
R: No exactamente. Preveo que no va a haber un incremento del mercado de créditos el próximo año que es cuando lo necesitaremos. Seguiremos teniendo un sistema financiero muy renqueante a la hora de reactivar la economía española.
P: ¿La solución podría venir de la mano de la banca internacional?
R: Ese es un riesgo que existe. Nos encontremos con una banca internacional que ya ha hecho sus deberes y, limpia de polvo y paja, volverá a estar interesada en aprovechar la situación de relativo traspiés en la que todavía pueden estar nuestras cajas de ahorro y algunos bancos para entrar en el mercado español y ganar cuota de mercado.
Me parece que existe una alta probabilidad para que se dé ese escenario sobre todo si seguimos abriendo huecos de mercado con fusiones de cajas intracomunidades autónomas.
P: Entiendo que apuesta más por las fusiones interregionales que intraregionales.
R: En efecto. Esa opción blinda mucho más el tejido. Fortalecería lo que tenemos en lugar de reducirlo.
P: ¿Cómo reconvertimos el sector financiero español?
R: Hay que incrementar la capitalización de las cajas de ahorro, en parte con fusiones y en parte con otro tipo de mecanismos de colaboración. Hay que potenciar el desarrollo de las cuotas participativas. Propongo que a los cuota-partícipes se les reconozca el mismo derecho que tiene un impositor.
P: ¿Quiere decir que habría que dotarlas de derechos políticos?
R: Como mínimo con los mismos derechos que los de un impositor. Eso ayudaría mucho a inyectar capital.
P: ¿El nuevo modelo económico del futuro pasa por menos ladrillo y más ordenadores?
R: No. Soy de la opinión que debe haber más ladrillos y más ordenadores pero tipo de ladrillo. Las TIC se deben incorporar en todas los sectores. En el sector de la construcción hay un amplio abanico de posibilidades, pensemos en la rehabilitación pero no solo de fachada y ascensor sino plantearse la eficiencia energética de los edificios o la domótica. Requiere otro tipo de construcción. No se trata de más pisos si no pisos distintos, más sostenibles.
P: ¿Qué porcentaje del PIB debería tener?
R: Sin volver a las tasas del pasado la construcción debe tener una parte importante del PIB. No se trata de volver a construir 800.000 vivienda. Eso es un disparate pero también lo es la situación actual donde la aportación al PIB es casi nula. Medio millón de pisos sería una cifra adecuada.
P: Sostiene que el PP y el PSOE se entienden mucho y bien. ¿Nos lo puede explicar?
R: En las principales leyes anticrisis que el Gobierno está sacando adelante en esta legislatura se ve que casi todas cuentan con el apoyo del Partido Popular. El PP está siendo su principal aliado en este tema. Se trata de mirar qué leyes se han aprobado y quiénes las han votado. La estrategia en el G 20, los paquetes de ayuda al sistema financiero, el Plan E… Es verdad que ese apoyo en voto ha ido acompañado de grandes críticas y eso ha hecho que la percepción no haya sido esa. En los temas importantes se está actuando con racionalidad y con sentido de Estado pero sin perder las gotas del debate partidista.
P: Usted es un firme partidario de la reforma de las administraciones. ¿Qué hacer para frenar la corrupción?
R: Una parte muy importante de la corrupción ha girado en torno a la administración local. Vista la experiencia, mi propuesta pasa por retirarles las competencias exclusivas en materia urbanística siempre que se resuelva el problema de la financiación. Muchos ayuntamientos lo agradecerían. En la sociedad compleja en que vivimos la planificación urbanística se tiene que hacer desde ámbitos supramunicipales, por las CC.AA., con más mecanismos de transparencia y de rendimiento de cuentas en sede parlamentaria. Incluso establecer algunos procedimientos especiales previos del Tribunal de Cuentas.
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Perfil biográfico
■ Jordi Sevilla (Valencia, 1956) está situado en el ala más liberal del PSOE. Es economista, está casado y tiene tres hijos. Es funcionario por oposición en excedencia. Pertenece al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado.
■ Fue ministro de Administraciones Públicas desde 2004 hasta 2007 en el primer gobierno de Rodríguez Zapatero. Anteriormente ya había ocupado varios cargos durante
la anterior etapa socialista. Fue asesor de Relaciones Económicas Internacionales del gabinete de la Presidencia del Gobierno (1985-1991), jefe del gabinete del ministro de Agricultura (1991-1993) y director del gabinete del ministro de Economía y Hacienda (1993-1996).
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