Victoria Álvarez
25 años. Escritora. Soñadora sin escrúpulos.
Romántica nacida en otra época.
Me gusta el siglo XIX, el chocolate negro, los gatos, los cementerios, la pintura prerrafaelita, la música metalera, los complementos de encaje y los largos paseos por Londres, París y Venecia.
Su primera novela, Hojas de Dedalera, sale a la venta el día 7 de este mismo mes.
¡Gracias a ti! Yo también estoy encantada de poder estar en contacto con todos vosotros.
1. Primero que nada, dinos ¿cómo es Victoria Álvarez?Pues creo que es una chica de veinticinco años a la que siempre le ha encantado imaginar historias y ahora por fin se le ha dado la oportunidad de hacer disfrutar a los demás con ellas. Cuando no está escribiendo le gusta pasarse las horas muertas con sus libros, escuchando canciones de sus grupos favoritos, viendo películas de Tim Burton, saliendo con sus amigos y viajando siempre que puede.
2. ¿Te esperabas la reacción de la blogosfera ante tu novela?Para nada. Está siendo un sueño hecho realidad. Todas las reseñas que he leído son muy positivas y cada día recibo mensajes llenos de cariño que me hacen muy feliz. ¡La gente está siendo encantadora!
3. ¿Crees que el público en general la recibirá de igual forma?Eso lo sabremos a partir del 7 de noviembre. ¡Cruzo los dedos para que sea así!
4. ¿Cuánto tiempo le has dedicado a Victor y a Annabel?
5. ¿Hay alguna anécdota especial entre el nombre de tu protagonista, Victor y tu propio nombre? O es simple casualidadLa elección de su nombre no tiene que ver con el mío sino con el protagonista de la novela que escribí antes de Hojas de dedalera. Aquel chico se llamaba Hugo, y me pareció un buen homenaje a Victor Hugo, uno de los escritores a los que más admiro. Además de que le pega mucho al personaje.
6. ¿De dónde surgió la idea de Hojas de Dedalera? Y lo más interesante, la idea de situar la niñez de Annabel en el cementerio de HighgateLa idea de una niña con problemas de corazón que es capaz de comunicarse con los muertos surgió completamente configurada la misma tarde en la que me puse a dar vueltas por primera vez a la historia sentada delante de un chocolate caliente. Pero al principio no tenía claro dónde debían transcurrir los capítulos dedicados a la infancia de la protagonista. Primero pensé en el mismo Whitechapel en el que había trabajado su madre, después en un circo ambulante en el que Annabel tuviera que exhibir sus dones... hasta que una noche una de mis amigas me habló por primera vez del cementerio de Highgate y me di cuenta del enorme potencial que tenía este enclave como escenario para una historia de tintes góticos. Y al visitarlo en persona comprendí que no podía haber sucedido en ningún otro lugar. El crecimiento de Annabel, como persona y como personaje, está tan arraigado al cementerio como cualquiera de sus árboles.
7. Teniendo en cuenta la claridad con la que describes el ambiente de la época ¿Te documentaste en ese aspecto para la novela? ¿a qué obras recurriste?La documentación se limitó sobre todo a los temas del espiritismo, del que cada vez se publican cosas más interesantes, y Jack el Destripador. Para comprender cómo debía de ser la vida cotidiana de las mujeres de Whitechapel durante el Otoño del Terror recurrí a un libro titulado La ciudad de las pasiones terribles: Narraciones sobre peligro sexual en el Londres victoriano. Me pareció muy interesante y además hablaba de otra cuestión que me atraía mucho: los asilos para lunáticos en los que desgraciadamente se solía encerrar a muchas mujeres de las que la sociedad quería librarse, como las médiums y las sufragistas más conflictivas. Lo que se menciona en Hojas de dedalera acerca de Georgina Weldon y el proceso que estuvo a punto de costarle la libertad es completamente cierto.
Y en cuanto a la ambientación londinense propiamente dicha, no hubo más documentación que la influencia de las novelas que he leído desde que era pequeña de Charles Dickens, Oscar Wilde y demás autores de la época. Gracias a ellas he podido conocer de primera mano cuáles eran las tiendas más elegantes, los paseos más populosos, los hoteles de moda, hasta las recetas que los restaurantes más lujosos ofrecían en sus menús. ¡Por no hablar de las prendas que causaban furor por entonces!
8. ¿En qué género incluirías tu novela?
9. Si Hojas de Dedalera fuera llevada al cine, ¿quién haría el papel de Víctor, Annabel, Nathan…?
10. ¿Cuál es el personaje que más te costó escribir? ¿Y el que más satisfacciones te ha dado?Me costó horrores manejar a Annabel cuando es pequeña. Es muy complicado escribir sobre niños cuando no estás acostumbrado a tratarlos. Las reacciones ante las cosas que van sucediendo, la manera de hablar... Tuve que reescribir muchas veces las primeras escenas de la novela hasta que quedé conforme con el resultado. Y en cuanto al personaje con el que me lo he pasado mejor, no creo que sorprenda a nadie que diga que se trata de Victor. Tiene unos matices que hacen que sea imposible aburrirte escribiendo sobre alguien así. ¡Aunque con las aventuras y desventuras de Cecil Willoughby también me reí mucho!
11. ¿Vas a seguir escribiendo novelas de época o vas a aventurarte en la novela contemporánea?Aún es pronto para decirlo. La novela que terminé hace unas semanas transcurre en la primera década del siglo XX, aunque al no estar ambientada en Inglaterra el mundo que se describe es muy diferente. De todas formas no creo que abandone por ahora la estética gótica y misteriosa que me gusta tanto porque de momento es el campo en el que me muevo mejor.
12. ¿Cuál es la clave de tu éxito? Dales un consejo a todos los jóvenes escritores que esperan su oportunidad.La única clave consiste en creer en lo que haces y en no desanimarte por muchas negativas que puedas recibir. Hay que insistir una y otra y otra vez si realmente quieres conseguir aquello con lo que sueñas. Y cuando os asalten las dudas, cuando sintáis deseos de arrojar la toalla, pensad en J. K. Rowling y en la cantidad de personas que le dijeron que Harry Potter no interesaría a los lectores...
Muchas gracias por aceptar esta entrevista.Un abrazo
¡Gracias a ti, Olga! ¡Un abrazo!