Victoria Rodríguez nació un 27 de septiembre en Madrid. Descubrió su pasión por la escritura a la de edad de once años, cuando se presentó a un certamen literario de cuentos y resultó ganadora. Desde entonces, ha querido ser escritora, pero este sueño no se cumplió hasta el año 2009, cuando la editorial Edebé le publicó su primera novela juvenil, Experimento Mythos. Ese mismo año también vio la luz su serie de libros infantiles El Diario de Luna Moon, de la Editorial Hidra, que a día de hoy cuenta con seis títulos.Hace algunos años ya, no vamos a decir cuántos, cursó la carrera de Arquitectura Técnica y actualmente trabaja en una compañía de seguros. Aunque a veces resulta un poco complicado, intenta compaginar su trabajo con sus dos pasiones: la familia y la escritura. Le encanta leer todo tipo de literatura, pero el género juvenil y el fantástico siempre han sido sus favoritos, sobre todo si hay alguna historia de amor en la trama...
2. De todos tus personajes literarios, ¿cuál es tu favorito?
No podría decirte uno solo. De Los Guardianes de la Espada, me quedo con el grupo de mis chicos, me han enamorado todos... cada uno a su manera. Según escribía, me daba cuenta de que cada uno tenía su propia personalidad y se hacía notar en la novela. Y, además, me los he imaginado tan atractivos... (no sólo guapos, no. Todos tenían ese no se qué, que qué se yo, jejeje).
3. Cuéntanos un sueño recurrenteBueno, pues mi sueño recurrente es más una pesadilla. Sueño que llego tarde a los sitios. Cuando era más joven, que llegaba tarde a un examen, al instituto... Ahora sueño que llevo a mis hijas tarde al cole, a una excursión... Por más que corro y corro, no avanzo nada y el tiempo pasa, y llego tarde o nunca llego. Puede parecer una tontería, pero estos sueños me generan una angustia que no entiendo ni yo.
4. ¿Cuál es tu libro de cabecera?No tengo un libro de cabecera. Leo lo que me va apeteciendo en cada momento, aunque si tuviera que elegir un libro favorito, seguramente sería Orgullo y Prejuicio.
5. ¿Qué esperas que sienta el lector cuando llega a la última página de tus novelas?Espero que sienta que el libro ha merecido la pena. Espero que se lo haya pasado bien y que por unas horas la historia le haya permitido evadirse a otros mundos. Es lo que yo espero de los libros que leo, que me entretengan y emocionen, así que intento conseguir el mismo efecto procurando no descuidar el estilo e intentando que sea lo más ágil y ameno posible.
6. Una de las preguntas recurrentes en las entrevistas luneras ¿A quién te gustaría ver interpretando a tus personajes en Los guardianes de la espada?Uf, qué difícil. Hay tantos chicos guapos para los papeles principales, jejeje. La verdad es que si son buenos actores y les va el papel, me daría un poco igual. Pero también es cierto que cuando escribía la historia tenía una cartulina con las fotos de los personajes más o menos como los imaginaba. Las saqué de internet y algunos actores, los más jovencitos, no sabía ni quienes eran. Y otros actores no tienen nada que ver con su foto actualmente, porque son mucho más mayores (véase el caso de C.Thomas Howell o Val Kilmer), pero en su época estaban muy bien, para qué negarlo. Este es el vídeo que hice para presentar a los protagonistas tal y como me los imaginaba:
7. ¿Hubo algo (película, canción…) que te inspirara la historia de Los guardianes de la espada?Pues estoy casi segura de que sí, pero no me acuerdo. Sólo sé que de pronto tenía ganas de escribir una historia en la que la protagonista fuera una bruja y tuviera que vérselas con un antagonista inmortal. Luego el antagonista se convirtió en todo un grupo de caballeros... y ella no resultó ser tan mala como yo me la había imaginado en un principio... ¿o sí?
8. Y para terminar ¿qué nos puedes contar de la segunda parte de Los guardianes?
9. ¿Te animas de darnos un fragmento?Vale, me animo, pero advierto que de aquí a que salga la novela el fragmento puede cambiar, estirarse, acortarse o incluso hasta desaparecer...
El calor de Gareth aún permanecía entre las sábanas cuando se despertó. Calista se giró y se abrazó a su almohada, aspirando con deleite el sutil aroma masculino que había dejado tras de sí. Escuchó el grifo de la ducha en el cuarto de baño y sopesó la posibilidad de unirse a él para continuar con lo que habían estado haciendo toda la noche... Se estremeció sólo con recordarlo. Había descubierto con inmenso placer que no se cansaba de Gareth. Todo lo que compartían le sabía a poco y el tiempo que pasaban juntos era insuficiente. No podía ser de otro modo. La búsqueda de (suprimido por tratarse de spoiler) les dejaba muy poco margen para la vida personal y debían aprovechar cada oportunidad.Por eso, con una sonrisa traviesa, se levantó de la cama, desnuda como estaba, y conectó el equipo de música del dormitorio. Buscó una canción en concreto, Mi vida rosa, del grupo los Romeos, que se había convertido en su tema favorito. Todas las parejas tenían una canción y Calista no pensaba ser menos. Pero, al contrario que otros enamorados, ella no había escogido una balada. Subió el volumen y entró en el cuarto de baño justo cuando la melodía llegaba al estribillo:
“Pienso todo el día en acariciar tu dulce cuerpo hasta llegar al reino que ya conocemos... Despertaste en mí todo el calor de aquello que se llama amor quiero comer toda tu vida...”
Calista cantaba al ritmo de la música y se acercaba despacio a la mampara de la ducha, temblando de anticipación ante lo que sabía que encontraría detrás de los acrílicos con dibujos de gotas agua... Un magnífico cuerpo, modelado y esculpido a capricho, caliente... todo suyo.Sin hacerse de rogar, la puerta corredera se abrió y una mano masculina salió a su encuentro, invitándola a entrar. Calista se aferró a esos dedos y se introdujo en la cabina con un nudo de excitación en el estómago, el corazón latiendo a mil por hora. Enseguida, unos brazos musculosos le rodearon la cintura y la apretaron contra el pecho ancho y duro. Los ojos cobrizos de Gareth la recibieron con una sonrisa y ella se la devolvió en el acto.–Mi vida rosa ya cambió, me gusta cualquier color... –tarareó un poco más mientras pegaba el cuerpo al de su chico todo lo que podía.–Cuánto me alegra descubrirlo –ronroneó él, antes de lanzarse contra su boca para besarla hasta dejarla sin aliento.¿No era la vida maravillosa? Por unos minutos, Calista se olvidó de todo. Incluso se olvidó de que, en realidad, ella era.. (suprimido por tratarse de spoiler) La música cesó de pronto y la magia del momento se evaporó al instante cuando alguien llamó a la puerta del baño. La voz de Astamor les llegó rotunda y clara.–Eh, chicos, perdonad por la interrupción, pero tenemos una visita...Gareth asomó la cabeza por la mampara de la ducha, realmente molesto por aquella intromisión. Cuando Astamor vio su cara, pensó que sólo le faltaba pillar a Meliagunt enrollándose con alguna tía para hacer un pleno. Ya iban dos de dos... aquel no era su día, desde luego.–¡Joder! ¿Por eso nos molestas? ¿Por una visita? –exclamó Gareth, frustrado.–Vale, lo diré de otro modo. No tenemos una visita... Tenemos un problema. Un enorme problema.
Y eso es todo. Sólo me queda agradecerte el tiempo que me has dedicado y este espacio en tu blog... ¡Gracias, Olga!Muchas gracias a Victoria por la entrevista y el fragmento.
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