No he perdido esa ilusión y la capacidad de disfrutar intensamente con lo que hago, pero he adquirido una especie de “responsabilidad profesional”: soy consciente de que hay gente que va a leer mis libros, y no sólo eso: van a comprarlos, y eso implica que tengo que mantener un nivel y una calidad. Supongo que es la diferencia entre un hobby y una profesión.
En estos años he aprendido mucho, además, por varias vías: he seguido leyendo y escribiendo (y por tanto he adquirido experiencia), he tenido mucho contacto con lectores y también he aprendido muchísimo de los editores con los que he trabajado, que me han aportado, entre otras muchas cosas, un conocimiento del proceso editorial que antes no tenía.
Tu obra es ya muy extensa. ¿Qué dirías que aporta El Libro de los Portales a tu bibliografía?
Bueno, cuando me planteo escribir una nueva novela no me pregunto lo que va a aportar a mi bibliografía o a mis lectores, pero imagino que algo sí que me aportará a mí como persona o como escritora; de lo contrario, no la escribiría. Yo siempre he tenido la sensación de que cada libro es diferente y especial. Pensad que la primera que va a sufrirlo o disfrutarlo soy yo, y además durante mucho más tiempo (un lector puede tardar tres días en leer una novela en la que yo he estado tres años trabajando) y me aburriría si escribiera siempre lo mismo.
Por lo general, la novela fantástica suele estar construida en torno a un elemento más común del género (una profecía, un elegido, un hechicero malvado que quiere hacerse con el poder, un objeto mágico extraordinario, razas no humanas, criaturas míticas, personajes con poderes sobrenaturales...), y los portales de viaje, si aparecen, suelen ser parte de “atrezzo”, por así decirlo; algo muy secundario a lo que apenas se suele prestar atención. En este libro, por el contrario, los portales son el elemento en torno al que gira toda la trama. No es una novela épica con grandes batallas, y de hecho el personaje que podríamos llamar protagonista tampoco es precisamente un héroe de acción. Pero bueno, ya lo veréis.
Mucho se ha hablado en tu foro del tema de los personajes y protagonistas homosexuales, especialmente a raíz de Memorias de Idhún. ¿Nos sorprenderá El Libro de los Portales en este tema? ¿Tienes algún proyecto con protagonistas homosexuales?
No puedo hablar de eso; sería spoiler.
Aunque has publicado muchas novelas con SM, sueles cambiar bastante de editorial. ¿En qué te basas para elegir con quién publicar? ¿Te animarías a sacar algún libro con una editorial más pequeña?
Aparte de esto, a la hora de elegir editorial me fijo en los títulos que han publicado antes. Es importante que su línea editorial tenga relación con el tipo de literatura que yo hago. Y también tengo en cuenta la gente con la que voy a trabajar. Al final llegas a conocer a muchos editores aunque no hayas trabajado nunca con ellos, y hay algunos con los que tengo una buena relación y me apetece, por tanto, iniciar un proyecto conjunto. Es lo que pasó, por ejemplo, con Minotauro, la editorial con la que voy a publicar mi próxima novela. Es una editorial especializada en literatura fantástica, y cuando yo era adolescente soñaba con publicar con ellos algún día. Se da el caso, además, de que conozco al editor desde hace ya algunos años y nos llevamos muy bien. Así que me apetecía mucho trabajar con ellos.
¿Qué sientes al poner el punto y final a una novela?
Es difícil decir cuándo se pone punto y final a una novela, porque en los meses posteriores va a haber varias revisiones, así que tendré que volver a ella una y otra vez. Cuando ya se han entregado las pruebas de imprenta definitivas y ya no se puede cambiar más, tengo la vaga sensación de haber acabado algo que en realidad acabé meses atrás, y seguramente para entonces ya esté metida en otro proyecto. Y después sale el libro y hay que hacer la promoción mientras mi mente ya está trabajando en una nueva historia... así que los límites entre el final de una novela y el principio de la siguiente son difusos y a veces hasta se solapan un poco. Por poneros un ejemplo, ahora sale El Libro de los Portales pero yo ya estoy metida hasta las cejas en mi proyecto idhunita. Entregué el texto definitivo a Minotauro el verano pasado y durante todo este curso he estado revisándolo una y otra vez, aparcando Idhún para revisitar Darusia entre capítulo y capítulo de mi tesis doctoral. Para ser sincera, no sé exactamente cuándo acabé (o cuándo acabaré) con El Libro de los Portales. ¿Tal vez con la entrega del texto final? ¿Con el cierre de las pruebas de impresión? ¿Con la publicación del libro? ¿Con el último acto de la promo? Hmmm...
Aunque estás decidida a no dejar que adapten al cine Memorias de Idhún, sí que has aceptado su adaptación al cómic, con la cual pareces estar encantada. ¿Qué fue lo que motivó esta decisión?
Para hacer una película, tendría que vender los derechos a otra empresa y no me dejarían implicarme tanto, ni de broma. Ni podrían ser tan fieles a los libros. Si me dejaran dar el visto bueno a la primera versión del guión ya podría darme con un canto en los dientes. Vamos, que no es comparable, ni de lejos.
Y, por último, el cómic sigue siendo un dibujo. Son muy fieles al mundo de Idhún y a sus personajes, pero no imponen en la mente de los lectores la cara de un determinado actor de carne y hueso para cada personaje. Aún dejan un amplio espacio para la imaginación.
¿Hay algún género que aún no hayas tocado y te gustaría probar, o alguno con el que jamás te atreverías? ¿Por qué?
Me gustaría escribir un libro de ciencia-ficción, y tengo un proyecto al respecto, pero me da mucho respeto. De todos modos sé que lo escribiré algún día, lo tengo clarísimo. Sí hay géneros que en principio no tocaría, pero no porque no me atreva, sino porque no me interesan. Si hay un género o tema que me interese y no lo he trabajado antes, le dedico más tiempo a la preparación previa, aunque me lleve años. Pero al final siempre termino escribiéndolo. Si no lo hago, es porque el proyecto no me interesaba tanto como para que me valiera la pena el esfuerzo extra.
¡Eso es todo! Muchas gracias por responder, ¡y suerte con El Libro de los Portales!