Publicado el 24 febrero 2014 por Frankh
@frankh_art
Los últimos días han sido bien fríos en la zona. Hay sol y cielos despejados, pero un viento chúcaro, a ráfagas árticas, azota la ciudad sin contemplaciones. El sol es engañoso, el viento gélido acribilla cara y manos, se cuela por debajo de los pantalones y te clava agujas en los oídos. Algunas tomas de la avenida Augusta, en el Kessington market, Toronto, un domingo glacial alrededor de las seis de la tarde: