Mi querido@ amig@ alguna vez te has detenido a pensar lo que significa envejecer. Si eres joven y lo piensas quizás te sirva para valorar aún más tu tiempo. Y tu mi querido anciano ¿alguna vez piensas en tu pasado? Seguramente que si y siempre te andas preguntando lo mismo: si hiciste lo realmente correcto.
Por eso cuando la vitalidad fluye con libertad carecemos de suficiente sabiduría. Pero rebasadas ciertas edades y sobre todo ciertas etapas en nuestra vida en las que ya podemos acariciar algo de esa sabiduría que intuimos resulta que el destino nos ha vuelto demasiado frágiles y a vueltas de la vida.
Porque para muchos la vejez llega tan de repente, que apenas han notado los cambios de su cuerpo ni de su mente, cuando un día se miran en el espejo y ya son ancianos, sin poder retroceder en el tiempo y sobre todo siguen preguntándose sin saber si hicieron lo correcto.