¿Me conoces? ¿Te conozco? Entonces envíame un mensaje. Escríbeme. Háblame. Llámame.
A veces tenemos amistades, a las cuales no cultivamos adecuadamente. Las amistades son como las plantas: hay que regarlas con frecuencia, hay que alimentarlas con frecuencia. Si no lo hacemos, irremediablemente se mueren.
Tenemos amistades que se acuerdan de nosotros cuando necesitan un favor o simplemente cuando necesitan de nosotros.
Y eso no debería ser así. Deberíamos de enviar mensajes con amor, y deberíamos recibir mensajes con amor. Para cultivar nuestras amistades y no dejar que mueran. Y lo bueno es que tenemos muchas maneras para enviar mensajes: por correo, por correo electrónico, por SMS, por teléfono, por Video llamada, por chat, por Facebook, y por muchos caminos…
Debemos tenerlos presentes, y esperar que ellos nos tengan presentes.
Luis Castellanos
Reflexiones Diarias
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