Camisetas, yo solo gano camisetas, de hecho la última que gané fue el 23 de Abril de 2003, en El Pixel Ilustre, y desde entonces millones de entradas, millones de retweets y sobre todo mucha mucha paciencia mientras veo a mis compañeros “pseudos” que van ganando esos títulos que tanto deseo y que mi economía – últimamente devaluada – me prohíbe comprar. Por lo un día de esos de tedio extremo entré en un blog que me tiene enamorado – de hecho ya desde su primera temporada – y no es otro que Nuevebits. Mis ojos parecían arder…¿un concurso?¿de L.A.Noire?
Además Mugen – autor del blog – me lo ponía a huevo, una imagen y una historia que debía ser contada, un comentario donde uno debía redactar un relato. Así que emocionado me visualicé pegándome un santo vicio al nuevo título de Rockstar, aunque fuese para cerciorarme que ese estilo de juego no me van. ¿Qué pasó? Pues que el ganador de dicho concurso no ganaba un juego sino una camiseta, una literna, una libreta y una lata con algo raro dentro que al final resultó ser ¡OTRA CAMISETA!
- Toma y encima me llevo una pedazo de ilustración
Lejos de sentirme decepcionado, sentí algo en el estómago, esa historia debía ser escrita por mis dedos y sin más me lancé hacia mi procesador de textos visual, entré en trance, lo reconozco, de hecho la gran motivación venía por mi admiración por Nerd. Éste es un personaje digno de seguir, de hecho recomiendo encarecidamente leer las tiras, pues detrás de ellas se encuentra la visión sobre muchas de las cosas que suceden en este sector.
Digamos que Under My Mind es expresión literaria pura, mientras que Nuevebits no necesita de tanta letra, más visual y me atrevo a decir que mejor. Sabe interpretar con sus personajes las diferentes situaciones que el sector nos otorga día a día, unas de alegres y otras más bien decepcionantes. Por lo que mi compromiso con el concurso seguía en pie, y después de salir del trance dejé este comentario en el blog.
¿El resultado?
Por el título de la entrada ya saben que gané, y si me llevé la camiseta que la verdad luce que te cagas y encima es negra cosa que disimula mis abdominales redondos por el trabajo del gimnasio que jamás piso. Pero de todos los regalos me quedo, con la libreta, ahora podré escribir en ella todo aquello que se me ocurre mientras no tengo el PC a mano.
- ¡¡¡Fuuuussssiiiiooooooónnnn!!!