Estamos viendo día a día que la situación económica de crisis por la que está pasando España no deja de suponer un esfuerzo en todos los ámbitos laborales. Cuando hablábamos del boom inmobiliario, el estrés y cansancio lo vivían los propios del sector, ahora todo ha cambiado, y no son solo ellos los que sus cuerpos están pidiendo auxilio y huelga general por no haber sido entrenados a una carga tan grande.
Debemos estar preparados para estas circunstancias, siendo la calidad de vida nuestra mejor aliada, dispuesta con todas nuestras fuerzas a mantenernos sin ninguna recaida o lesión.