Esta es una de mis frases fotográficas favoritas. La encontré en Pinterest, nos caímos bien, y pensé en dedicarle una nueva sección en el blog: “Equipo fotográfico: lo más parecido a la felicidad”
El dinero no puede comprar la felicidad, pero sí material fotográfico. Y eso es más bien lo mismo (traducción libre de una servidora).
¡Comencemos!
Este es mi juego de pinzas de estudio de FotoQuantum. Lo conocí, lo probé, me enamoré de él, y ya no podemos vivir el uno sin el otro. Casi, casi igualito, al celo de doble cara.
Es cierto que puede resultar curioso que comience esta nueva sección con un juego de pinzas y no con un precioso objetivo, un maravilloso trípode, o con cualquier otro de los estupendos materiales por los cuales podemos llegar a suspirar, pero son tan extremadamente prácticas y cumplen tan bien su función de ayudantes de estudio, que ya no puedo vivir sin ellas.
Usos diversos por los que estoy locamente enamorada:
- Como base para apoyar mis planchas de corcho blanco (las cuales me sirven en muchas ocasiones de reflectores) sin que se caigan o se muevan (antes era una auténtica pesadilla mantenerlas en su sitio).
- Sujeción de fondos de papel de regalo, de papel pintado, de cartulinas, de telas… sobre las planchas de madera que utilizo de fondos y base para mis fotografías culinarias y de still life. Ni se caen, ni se resbalan, ni se mueven.
- Sujeción de cortinas y visillos para dirigir la luz natural.
- Sujeción de los fondos en la barra de soporte para fondos en cualquier tipo de fotos, cuando no tengo ganas de meter la barra por el agujerillo dedicado a ello, en las telas-fondo.
- Para hacer más pequeñas mis luces de estudio y dirigir con más facilidad la luz artificial.
- Como coletero (¡Sí, como coletero cuando no tenía otro a mano y me molestaban las greñas en la cara!).
Y muchos, muchos más… tantos como la imaginación os permita.
Las mías las compré en esta tienda de material fotográfico. También las podéis encontrar en otras tiendas online, e incluso en Amazon en este enlace. Son bastantes fuertes y robustas, y uno de mis ayudantes favoritos. He descubierto que en las tiendas de productos provenientes de Asia, en concreto de China, también las tienen. Supongo que su precio será menor, aunque no he comprobado su calidad, pero nada cuesta echarles un vistazo.
¿Se os ocurren otros usos fotográficos? No dudéis en compartirlos en comentarios.
En este caso, la felicidad, no sale tan cara…