Equipos (2). la transparencia y la carne de foca

Publicado el 13 octubre 2009 por Quique
Alaska, 14 de octubre de 2009,
La transparencia. En La corrosión del caracter, el sociólogo Richard Sennett habla de los peligros del trabajo en equipo bajo el neoliberalismo. Presentado como panacea, el equipo también puede ser el lugar donde se diluyen las responsabilidades y donde se da una lucha encarnizada por la competencia. Algunas organizaciones, a conciencia o por desidia, fomentan la desunión entre sus equipos. Una de las formas de hacerlo es siendo poco transparente a la hora de tomar decisiones importantes, como por ejemplo ascensos, aumentos salariales o cambios de personal. Cuando se tiene la sensación de que este tipo de decisiones son aleatorias, se toman a dedo, por amiguismo, enchufe, cercanía, o por puro azar, el equipo se resiente. Los trabajadores se vigilan, la desconfianza crece, las puñaladas aguardan y las reuniones se convierten en una tragedia shakesperiana. La mejor forma de evitarlo (si es que se quiere evitar) es que la información fluya. Muchas personas tienen aspiraciones legítimas de ascender o cambiar laboralmente. Por eso las condiciones que dan lugar a los ascensos, descensos, cambios, promociones internas, etc. deberían de estar escritas y ser claras y coherentes. Todo el personal debería de conocerlas y saber qué tiene que hacer si quiere participar en ellas.Es la mejor forma para que los miembros de un equipo se dediquen a trabajar para conseguir un objetivo común sin perder el tiempo en vigilar su espalda.
La carne de foca. Los expertos han extraído del magnífico libro Atrapados en el hielo, sobre la expedición de Shackleton al Polo Sur, algunos ejemplos de liderazgo. Algunos de ellos obvian en sus recomendaciones algo que yo sí que he leído en esta increíble epopeya. El experto no suele hablar de sueldos porque parece que queda mal, excepto cuando se trata del suyo. El sueldo en la expedición de Shackleton era bajo, en efecto. Pero una vez embarrancado su barco en el hielo antártico, las condiciones materiales fueron igual para todos. La carne de foca que cazaban para abastecerse se repartía a partes iguales, incluido el capitán Shackleton, claro. Cuando se trataba de pasar calamidades, él era el primero. Así se ganó el respeto de sus hombres. Una de las condiciones del liderazgo es dar ejemplo. De hecho, ellos, los jefes, deberían ser los primeros interesados en que sus subalternos estén bien pagados. Las organizaciones no pueden exigir motivación y lealtad a sus empleados si estos no tienen unos sueldos acordes con su profesión, pero, sobre todo, si la diferencia entre los sueldos entre la dirección y los técnicos resulta indecente. Obviamente, no todo el mundo tiene que cobrar lo mismo. Al contrario. Los jefes tienen que cobrar más, en función también de la responsabilidad que asumen. Está bien que así sea. Pero algo falla si la dirección de una organización (gestores, directores, secretarios, jefes, etc.) está bien pagada pero sus técnicos ganan cuatro veces menos de lo que deberían. Con ese panorama, el trabajo en equipo es sólo una gran mentira, alimentada por cínicos aprendices de Shackleton.
Pintura: Jordi Alba________________________________
Las próximas citas para ver la obra de teatro: en Reus, este viernes 16 de octubre, a las 20h en la Sala La Palma, organizada por el CEESC, en Vinarós el 23 de octubre, y el 24 de octubre en Valencia (Sala L'Horta). Más información: Factoría Los Sánchez.http://factorialossanchez.blogspot.com