
Esta suerte de crónica, estará matizada con vídeos no profesionales, pero si hechos con la idea de poner en escena parte de esa presentación y que ustedes puedan sentirse parte de ella aun cuando no estuvieran allí, así como también de fotografías que captaron los momentos más trascendentales de dos "escritoras geniales" según dijo Pepa y que yo modestamente confirmo.
"Dice María José Moreno que la inspiración para escribir "Bajo los Tilos" le pilló en un atasco de camino a su trabajo, sonaba en la radio una canción de La oreja de Van Gogh, "La visita" y francamente, después de oírla, sí que tiene mucho que ver con su libro, Elena y su viaje imprevisto y la serie de acontecimientos que sucedieron después de él."Nos desvirtuas cuando salimos de detrás del avatar con el que se nos conoce en las redes sociales, salir del escondite o del refugio o de la foto mediante la cual nos cuidamos, no era sencillo, sin embargo a pesar de no haberlas visto nunca antes, solo y en ocasiones a través de esas mismas redes sociales a las que hago referencia, hacían poner una barrera inexistente, solo esa barrera que uno mismo pone cuando no conoce a quien tiene al frente, resultando mucho más de lo esperado, mujeres cercanas, humanas y con un profundo sentido de la amistad y el compañerismo.
María José Moreno nos cuenta como se gestó su novela, quién aparece en la portada y como fue desarrollando el tema, han de saber que para mí fue toda una sorpresa descubrir quién posó para la portada, debe ser un tremendo orgullo saber que una portada, de una primera novela editada en papel, es justamente en la que aparece tu hija, un libro que sin duda llegará muy lejos. Un libro intimista, cuyo eje gira en torno a los sentimientos y a esos secretos que muchas familias guardan bajo siete llaves.
La cercanía fue el plato fuerte de toda la presentación, si bien ambas escritoras se encontraban en un sitio especialmente preparado para ellas en la Livreria La Taberna Ilustrada, lo cierto es que parecía que miraban a todo al mundo, varias veces vi repasar al auditorium a las dos, a pesar que de que estaba muy atenta a todo lo que nos iban contando, esta foto entre otras varias, es una de las que más me gusta, quizá porque me hace pensar que justo en aquel momento, en ese barrido visual que hacían, María José miró cuando le hacía la foto, quiero pensar que me vio entre medio de tanta gente."Parece mentira cómo determinados sucesos, cuando menos lo esperas, te cambian la vida y ponen tu tranquilo mundo al revés; como si te abrieran los sentidos a infinitud de detalles que antes nunca hubieras sido capaz de captar o de los que no te preocupabas al encontrarte inmersa en la rutina. Vives encerrada en una pompa de jabón hasta qeu por azar explota y entonces te das el portazo de tu vida, tocas tierra de verdad. El ilusorio edificio familiar que has construido con los años, que te da cobijo, se viene abajo tras el terremoto emocional; descubres, en verdad, cómo son y quién eres." (Bajo los Tilos)
Sé que para muchos esta foto solo significarán dos portadas y nada más, pero hasta llegar a este punto, hubo un camino muy largo, que las batallas son más difíciles cuando se enfrentan solas, pero la recompensa es muy grande cuando se ganan. Lo cierto es que yo hablo como lectora, no puedo dimensionar exactamente lo que se puede sentir al ver un libro en este formato, no acierto a adivinar que emociones se encontrarán en el cuerpo, lo que sí sé y lo que sí he visto fue, la inmensa satisfacción de Mayte y María José, se reflejaba en sus ojos.Si bien la presentación era de Bajo los Tilos, también nos habló de La caricia de Tánatos, aunque en este caso esta novela es un thriller psicológico que apunta al "maltrato", dicho sea de paso, María José adelantó que se encuentra preparando la segunda entrega de esta saga, ganas hay de leerla por fin. Nos ha confesado off the record, que no están encadenadas, es decir, se pueden leer por separado.
Pocas veces, hasta los más destacados personajes de este mundo literario o de cualquier otro ámbito, consiguen un lleno total, no cabía allí nadie más, había gente hasta fuera de la sala, también hicieron preguntas desde el otro lado de la puerta.

Muchos escritores tienen algunos rituales cuando comienzan a escribir, María José dice necesitar muchas libretas a su alrededor, mientras que Mayte Esteban dice que se abstrae, que sus personajes piensan, que siempre tiene que tener algún muerto en sus novelas.
Lo he dicho antes, pero lo vuelvo a repetir ahora, el compañerismo de estas dos mujeres no es ficticio, no es inventado ni mucho menos preparado, nos han hecho ver que pese a ser "competencia" se ayudan, porque ambas buscan el mismo propósito, ser leídas por muchas personas, que sus libros sean la carta de presentación para todo lo que vendrá en el futuro y que de alguna manera, nos toca a nosotros, sus lectores, intentar difundir sus novelas, ese boca a boca del que todo el mundo habla y que muy pocos llevamos a la práctica.
Tras acabar la presentación, se desató una ola humana entre simples lectores como yo y otros compañeros de escritura, como Mercedes Gallego, Armando Rodera y alguno más que ahora mismo se me escapa, no querían abandonar el lugar sin antes conseguir una firma, un libro dedicado, muchos que firmaron y más que tendrán que firmar en los días que vendrán...
He dejado esta fotografía para el final porque ella reúne todo el sentimiento que tuve a lo largo de la presentación, todas las sensaciones que me hicieron sentir que solo puedo traducir en una palabra, GRACIAS, así con mayúscula porque es la única que se me ocurre, asistir a una presentación es asistir a un encuentro con la literatura con ojos de lector, que mis emociones son diferentes porque yo he visto el producto antes de que estuviera en ese formato, cuando se estaban cocinando cosas en la editorial, gracias por hacerme sentir parte de esa familia, gracias a ti Pepa que eres una excelente anfitriona, gracias a ti también Mayte, tu naturalidad me ha dejado sin palabras y por supuesto a ti María José que, aunque ya te conozco de vernos en facebook muchos días, me has enseñado el gran corazón que hay detrás de la escritora.