"Valorar"
Dos amigas se encontraban tomando un café, y una le comenta en tono de queja a la otra: - Mi mamá me llama mucho por teléfono para pedirme que vaya a conversar con ella. Yo voy poco y, en ocasiones, siento que me molesta su forma de ser. Ya sabes cómo son los viejos. Cuentan las mismas cosas una y otra vez. Además, nunca me faltan compromisos; que el trabajo, que mi novio, que los amigos...
- Caramba -se apenó la otra-. Eres mejor que yo.
- No lo creas, soy igual que tú -respondió la amiga, con tristeza-. Visito a mi mamá en el cementerio. Murió hace tiempo, pero mientras estuvo conmigo tampoco yo iba a charlar con ella y pensaba lo mismo que tú. ¡No sabes cuánta falta me hace su presencia! ¡Cuánto la echo de menos y cuánto la busco ahora que ha partido!
"Si de algo te sirve mi experiencia, conversa con tu mamá hoy, que todavía la tienes; valora su presencia resaltando sus virtudes, que seguro las tiene, y trata de hacer a un lado sus errores, que de una forma u otra ya forman parte de su ser. No esperes a que esté en un panteón, porque ahí la reflexión duele hasta el fondo del alma, porque entiendes que ya nunca podrás hacer lo que dejaste pendiente; será un hueco que nunca podrás llenar; no permitas que te pase lo que me ocurrió a mí".
En el automóvil, iba pensando la muchacha en las palabras de su amiga.Cuando llegó a la oficina, dijo a su secretaria: - Comuníqueme, por favor, con mi mamá. No me pase más llamadas y también modifique mi agenda, ¡¡porque es muy probable que este día se lo dedique a ella!!
AUTOR DESCONOCIDO
¡¡¡ESTO NO SOLO SE REFIERE A LOS PADRES!!!
Lo podemos aplicar a todas aquellas personas que dejamos de valorar o simplemente no llegamos a valorar en su justa medida y en su justo tiempo y, que luego, en el tiempo, nos podamos arrepentir de este tremendo error.¡Hasta pronto, cómplice!