Cada escritor cree que su obra es magnífica. Y puede que lo sea, pero no lo sabrá hasta que sea publicada y los lectores den su opinión.
Cuando escribí mi primera novela estaba segura ―por la opinión de las personas allegadas a mí, que la habían leído― que había escrito una historia estupenda. ¡Qué lejos de la realidad! Pero en esa época yo tenía poco, por no decir nada de conocimiento literario. Mi experiencia era la de lectora, y está visto que una cosa es ser lectora y otra muy diferente, ser escritora. Después de dieciséis años y de quince novelas veo todo desde un ángulo diferente.
Me he convertido en una escritora más autocrítica, ya no creo que sea la estricta verdad cuando alaban en exceso mi escritura, y prefiero callar cuando se trata de dar opiniones sobre las mejores tácticas para escribir, porque he llegado a la conclusión de que cada persona es un mundo y cada lector también.A lo largo de estos años he ido ganando un sitio entre los escritores que son leídos, un lugar bastante modesto pero del que me siento orgullosa. No hay nada más satisfactorio que saber que tengo lectores fieles que esperan mi próximo libro, lo que significa que les gusta lo que escribo. Reconozco que también hay lectores que recomiendan no leer mis libros ―no se puede ser monedita de oro para todo el mundo―; por fortuna, son los menos, y cada persona es libre de opinar y decir lo que le gusta y también lo que no le agrada leer, pero en términos generales me siento bastante satisfecha con el camino recorrido hasta ahora.
A veces en los grupos de escritores de Facebook leo que se quejan por no vender suficientes libros, o por no tener comentarios. Es verdad que no todos son leídos por muchos lectores. Los motivos suelen ser siempre los mismos:
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No soy conocido/a: Todos los que publicamos en Amazon empezamos como reverendos desconocidos. Fueron nuestros libros los que hicieron que empezaran a venderse. Cualquier escritor empieza primero escribiendo un libro que guste, y después se hace conocido.üNo estoy acostumbrado/a hacer promoción: Para que un libro llegue a la vista de los lectores se debe dar a conocer. No esperar a que otros lo hagan por uno, la promoción es necesaria, pero debe ser inteligente, de lo contrario espanta a los posibles lectores.üHay libros que son malos y sin embargo venden: Es posible. Pero, ¿han leído esos libros que dicen que son malos? Tal vez por la sinopsis no parezcan muy buenos, pero es posible que la historia sea interesante, o al menos que seduzca a un nicho de lectores interesados en el tema.üNo se venden mis libros por más promoción que haga: En ese caso es bueno hacerse una autocrítica: ¿Por qué no se vende? Tal vez no sea tan bueno como piensan, y ante la enorme oferta de libros, una obra mediocre pasa inadvertida. Nadie la recomienda, ergo, no la compran.Me parece que, y esto lo digo porque es lo que hago, uno debe enfocarse más en lo propio. No fijarse en los que venden más, o utilizar prácticas para desacreditar a otros. Yo como escritora no voy buscando a quién echarle la culpa si no vendo. Soy consciente de que si no compran alguno de mis libros es porque no debe ser tan bueno como los de otros autores. Y que si fulano vende más que yo, obviamente es porque escribe mejor que yo, de manera que tendré que mejorar, encontrar un tema estupendo la próxima vez y desarrollarlo con cuidado, hacerlo cada vez mejor y no dejarme llevar por el hecho de que como mis libros se venden bastante bien regularmente, el siguiente también lo hará.Un escritor debe ser ambicioso, y yo lo soy. Ambiciono escribir una próxima novela mejor que la anterior, no para ganar más sino para tener más lectores, que creo que debe ser la meta de todo escritor.¡Hasta la próxima, amigos!