Revista Literatura
Cambiaste sin querer
muchas cosas en mi vida,
logrando despertar
emociones perdidas.
Poco a poco,
llenaste de ilusión
a mi triste corazón
llenándolo día, tras día,
de un inmenso amor.
Por eso,
hoy le agradezco a Dios
el haberte conocido
y por haber logrado
lo que nadie había podido.
Sí...
lograste que palpitara
este corazón dormido
y hoy nuevamente
¡ Puedo decir que está vivo ¡
y es por eso
que yo hoy digo...
“Que eres el Sol que ilumina mi camino”
Marylou