¿Qué mas puedo decir de Eric que ya no haya dicho? ¿Qué mas poder contar sobre el que no haya dicho ya? Pues bien, creo que solo una cosa: UN PEQUEÑO SECRETO QUE NO DEBE SALIR DE ESTE BLOG ¿OK?
Pues bien, la gracia de tener un personaje como Eric y el gusto que puedes desarrollar por él es tal vez tan simple como raro. Y es que Eric, como todos los demas personajes de la pandilla de él, los considero mis hijos de papel. Y literalmente digo hijos. Y creo que la gracia de todo esto radica en eso. Cuando tu personaje deja de ser un personaje de papel y se transforma en algo tuyo, lo cuidas y una extraña sensación paternalista te cubre. Deja de ser algo que cumple un mero fin de divertir. Se transforma en tu hijo. Un primogénito al cual hay que guiar, alimentar y cuidar. Y para que esto suceda, solo debes darle recuerdos tuyos.
Todo se trata de construí un guión y cuando éste tiene tus recuerdos empieza a fluír. ¿Por qué? Por que sabes como reaccionará ante tal o cual impulso, motivación o situación en la vida. No necesitarás inventar situaciones que sean demasiado rebuscadas para que puedan hacer una historia. Todo calzará a medida que vaya caminando. El hecho que Recuerdos del Futuro haya nacido, tal vez una saga muy extraña, aburrida o tal vez fuera de lugar y que no estábamos acostumbrados a leer, se debe a que mi hijo debía crecer y evitar el de hacerlo con dolor. Un dolor que lo transforme en cualquier cosa. Mi apelación a esto es que no debes crecer con dolor si hay alguien ahí para guiarte. Y en esto cumplo con mi retoño.
El éxito de tu personaje es que se transforme en tu hijo. Y en eso la autoreferencia controlada y sobria logrará todo. Sino, se transformará en un mono frío y sin esa característica especial que dan los que son hijos de papel. Y eso se nota.
Pues bien, espero que les haya gustado este secreto que comparto con ustedes, en especial con aquellos que escriben guiones. Ojala les sirva para sus proyectos y puedan cumplir sus objetivos con ellos.
Nos vemos en una próxima entrega
Formador.