Errare humanum est. Et en fin Paris s´éveille!!!

El error es humano, eso  dicen. Otra frasecita hecha de esas que tanto me gusta destripar.Saliendo del tajo, Javier vino a buscarme en la moto.  Y como nos llevamos un proyecto entre manos,  conversando acerca de las barbaridades que se andan cometiendo en todas las partes del planeta con los inmigrantes,  por ejemplo aquí en Francia Manuel Valls ( -cuyo perfil podréis encontrar en cualquier página de la berkipondia; odio el copiar y pegar así que id vosotros mismos a buscar-)  nuestro Ministrejo del Interior quien se denomina socialista de derechas, (un cretino integral), está poniendo en tela de juicio la política de integración y  las naturalizaciones. Ha habido ya movilizaciones en múltiples centros de enseñanza desde la primaria hasta las Universidades para evitar que los inmigrantes ya escolarizados y matriculados (aquí en Francia la enseñanza es gratuita y obligatoria hasta los 16 años, con derecho a libros gratis, y becas sin tener una media que limite su obtención, sin contar las ayudas para lograr alquilar un piso para los estudiantes sin recursos, siempre y cuando los salarios de los padres o de los tutores no sean superiores a un 50% del salario mínimo).Bien, hablando de inmigración, llegué a la conclusión de que el error en estos casos, no es humano. Lampedusa nos mostró su cara más dramática. Los centros de retención de los que hemos sacado a mucha gente, son pocilgas, donde meten a seres humanos hacinados como animales y  a quienes vapulean sin ningún tipo de humanidad ni de dignidad. Los muros y las alambradas que se han construido y alzado por el planeta son testigos de que sólo el Mar les sigue sin pertenecer. Eso sí,  es alimento para peces y buitres en lo que los estamos convirtiendo.La posibilidad de ayudas, no de caridad, hacia lo que llamamos países subdesarrollados no es rentable…En este caso, sería un verdadero consuelo saber que el error es la norma, y no el signo de cualquier conducta desviada o inferior. Lo propio del Hombre es equivocarse: El error es humano. Esto no hace de nosotros unos mindundis pero nos confirma que somos seres humanos, hombres: “Me equivoco, luego existo”. Este cogito para idiotas no tiene nada de deshonorable: no estoy excluido sino inscrito, por decirlo de alguna manera, en el patrimonio de la Humanidad.  Sólo los dioses no se equivocan.Nadie puede reprocharnos lo que constituye nuestra misma naturaleza:  si el error es humano, es inútil que culpabilicemos por una debilidad contra la cual no podemos hacer nada. El error sería menos un acto voluntario que una impotencia congénita. Sería tan absurdo exigirle al hombre que no tenga alas para volar como agobiarlo porque no es omnisciente.Pero si en la naturaleza humana está el equivocarse, ¿por qué condenamos la ignorancia y el error?  ¿Por qué felicitamos al que sabe? ¿Qué sentido tendrían los halagos si no fuese posible la sanción? En realidad, lo que parece propiamente humano – y que nos gusta felicitar- no es tanto el error como la capacidad de evitarlo, ya que ser un ser humano, es vencer su propia naturaleza, transformarla, y trascenderla.  Al hombre no lo programan de golpe; varía, mejora, y se corrige.  Es capaz de hacerlo mejor, de sobrepasarse a sí mismo. Y aquí os recuerdo lo que Jean-Jaques Rousseau definió como “perfectibilidad”; podemos perfeccionarnos a diferencia de cualquier otro ser vivo dentro de nuestra evolución. Lo que caracteriza al hombre, no es equivocarse, sino progresar en busca de la verdad, por lo tanto, el error es siempre culpa nuestra, no es algo que padezcamos ineluctablemente sino el signo de una dimisión.  Habría entonces que negar la despenalización del error y reivindicar un derecho a la inteligencia, que es la que en principio nos distingue de los animales y de las bestias, de las alimañas y sanguijuelas que sólo buscan su propio bienestar en detrimento de sus víctimas.Ya sé, nadie es perfecto…

Pero por fin París se despierta y hoy nos vamos de Manif!!!!;-)¿Os apuntáis o seguiréis como estáis…? Ya van dos días de protestas por estos lares.