Es curioso, al menos me llama la atención, la facilidad de los gestores para repartir culpas ante el fracaso en sus propias tareas. En ocasiones el objetivo son las bajas largas y ahora les toca a las cortas.
Seguro que no tiene nada que ver la situación laboral de los trabajadores, ni la demora en atender a los pacientes que piden cita en atención primaria, ni las listas de espera en pruebas complementarias y especializada ni la complejidad en la valoración del dolor como componente subjetivo… no señor.
Mientras se aprueban nuevos medicamentos que no aportan nada, se nos exige que no los recetemos, mientras se llenan la boca con la historia clínica única, reescribimos una y mil veces dicha historia, solo porque el paciente ha cambiado de domicilio, cuando alguien considera que se utiliza demasiado el transporte en ambulancia, se nos exige convencer al paciente para que asuma el coste del taxi, mientras nos desenvolvemos como podemos ante la falta de informes de especializada, se nos pide que nos inventemos la patología para adecuar las prescripciones a los registros clínicos…
Y ahora, ante la sospecha de que damos, tambien ma,l las bajas, no crean que se inspecciona al paciente, o se revisa el sistema de implementación de las IT, ¿para que? si tenemos al médico para echarle la culpa.
¿Seguro que somos los malos de la película?
¿De verdad alguien piensa que somos el enemigo?
¿Es posible que seamos los únicos responsables?
En fin todo sea por hacer patria