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¿Es mejor “ir a taquilla” o “ir a caché”?

Publicado el 13 noviembre 2019 por Premiere Actors @PremiereActors

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Si formas parte de una compañía de teatro o tienes pensado sacar adelante un espectáculo, no sólo debes dominar aspectos artísticos (como, por ejemplo, saber interpretar el texto teatral y hacer una buena puesta en escena), sino que también es fundamental que conozcas diferentes aspectos comerciales.

No debes olvidar que, al final, de lo que se trata es de vender un espectáculo, y si no conoces cómo funciona ese circuito, el que va a estar vendido eres tú (¡o tu compañía!).

Tranquilo, ya sabes que en Premiere Actors, a través de este blog y de nuestra Orientación Artística te contamos todo lo que necesitas saber para llevar a cabo tus proyectos escénicos, así que hoy te explicamos unos términos imprescindibles para todo actor: taquilla y caché.

¿En qué consiste “ir a taquilla”?

Significa que te van a pagar un porcentaje de los beneficios de lo que recaude la sala o el teatro por la venta de las entradas, una vez descontados todos los gastos.

Dicho porcentaje puede establecerse de dos formas:

  • Porcentaje fijo: Siempre será el mismo, independientemente de la ocupación de aforo. Por ejemplo, 50% para la sala y 50% para la compañía.
  • Porcentaje progresivo: Comienza con un porcentaje fijo que irá variando por escalas en función del número de entradas que se vendan. Por ejemplo, empezáis con un 50%-50% para las primeras 20 butacas; Si se venden otras 20 butacas disminuye el porcentaje de la sala a un 40%-60%, y así sucesivamente.

Ir a taquilla tiene sus pros y sus contras. Es muy rentable cuando se trata de teatros o recintos grandes y/o con una entrada de elevado coste. Sin embargo, como punto negativo, muchas salas sólo te mantienen en cartel mientras seas capaz de llevarles suficiente público, así que no te queda más remedio que hacerte cargo de la promoción de la obra.

Seguro que estás acostumbrado a ver artistas que se pasan el día pidiéndote por favor que vayas a verles actuar porque, aunque no te lo digan, de eso depende su permanencia en el teatro.

Tampoco podemos olvidar que también hay muchos teatros que regalan decenas de invitaciones o aplican importantes descuentos. Por tanto, hay artistas que actúan en teatros abarrotados de público, pero realmente la recaudación de taquilla es muy escasa.

Si vas a taquilla, es importante que sepas esto: todos los teatros (siempre que hagan las cosas bien) deben expedir las conocidas como “hojas de taquilla”, donde queda indicado el número de asistentes a cada representación y el precio que han pagado por su entrada. No tengas miedo de pedir estas hojas. Así podrás calcular el importe que te corresponde.

¿Y en qué consiste “ir a caché”?

Ésta fórmula consiste en cerrar un precio por tu actuación, sin importar el número de espectadores que hayan comprado entrada. Es decir, te van a pagar lo mismo por 10 que por 100.

Como en el caso anterior, tiene sus pros y sus contras. Por un lado, hay muchos que piensan que “más vale pájaro en mano que ciento volando”. Por tanto, es muy interesante para quienes se quieran asegurar una cantidad cerrada.

Pero no todo podía ser tan bonito: lo malo de esta opción es que a menudo hay retrasos en los pagos, ya que muchas salas alegan que son insolventes o que no han recaudado ingresos suficientes.

Esta modalidad suele ser la escogida por artistas populares o de renombre que se pueden permitir el lujo de exigir una suma concreta a cambio de trasladar su propio éxito al teatro, pero no es tan frecuente en compañías o actores más desconocidos.

Importante: si vas a cobrar a caché, te recomendamos que lo calcules bien, es decir, que éste cubra todos los gastos e inversiones asociados al espectáculo, y que cuente también con una parte de beneficio.

La fórmula ideal

En nuestra opinión, la fórmula ideal sería la que englobara las dos anteriores. De modo que una parte sería un caché cerrado, que permitiría cubrir costes, y otra parte sería a taquilla, en función del mayor o menor número de entradas que se vendan. Pero, para que esto se pudiera extender, los teatros tendrían que tener un “colchón” económico que no les hiciera depender de la mayor o menor afluencia de público.

Ojalá algún día se aprueben más ayudas y subvenciones, tanto para teatros como para artistas y compañías, porque ambas partes queréis vivir de esto, y nuestra cultura os necesita.

Si tienes un espectáculo teatral, en mente o en gira, y quieres resolver de una vez por todas las dudas legales o artísticas que te están frenando, cuenta con nosotros. No sólo te las resolveremos de una forma sencilla y didáctica, sino que nos encantaría que más adelante nos contaras cómo te está yendo teniendo todo claro.


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