Bajo mi punto de vista, el solo hecho de que Dios no nos haya ofrecido ninguna evidencia demostrable de su existencia, constituye una evidencia en sí mismo. Pero una evidencia en su contra, claro está.
¿Como podríamos definir la omnipotencia? Pues, simple y llanamente, como poderlo todo. Y ¿cómo se manifiesta el poder? El poder debería manifestarse, al menos, de alguna manera. Un poder tan absoluto, que no se manifiesta de ninguna manera, no parece demasiado impresionante, la verdad. Una muestra de su poder sería el ofrecer ante la vista de todos (en una final de la champions, por ejemplo) un acontecimiento que no sea explicable aplicando las ciencias humanas.
Yo no soy omnipotente y, sin embargo, puedo dejar una huella; aunque sea en el barro. Y, como es evidente, me niego a creer que soy más poderoso que Dios. Pero me creo más poderoso que todas las cosas que no existen; y, a día de hoy, nada me demuestra que Dios exista; por lo que la hipótesis más razonable, tras milenios de religión, sigue siendo que no existe.