Hoy atestigüé como alguien perdía sus recursos por ayudar a otros; unos otros que son buenas personas y en verdad necesitaban la ayuda, pero que no tuvieron miramiento por los recursos que el ayudador estaba perdiendo.
Desde mi punto de vista, el responsable de la pérdida es sin duda quien perdió. Los otros, en su necesidad, son como un animal de presa con la presa enfrente... sí, sería deseable que fueran considerados, hasta porque alguien con mayores recursos tienen más posibilidad de ayudar, pero el hambriento a veces no puede sino pensar con el estómago.
Silvia Parque