¿Es un ave? ¿Es una nave? ¡No! Es Milón de Crotona

Se acaba el calorcito y los días de verano, las operaciones bikini y muchos dejan el gimnasio hasta los propósitos de año nuevo, después de los polvorones y turrones. Además, mañana se celebra el sorteo de qué país será el anfitrión de los Juegos Olímpicos, con toda la expectación que está generando lo del Madrid 2020. 

Un buen momento para recordar a alguien que hizo del deporte su vida, de los primeros que se le ocurrió que levantar cosas cada vez más pesadas podría ser divertido. Mientras llega otra entrega de la esperada serie de posts de héroes olvidados de España (I y II), de la que se está encargando Igor Yglesias-Palomar, voy con otro héroe, esta vez de más allá de nuestras fronteras. Me parece sorprendente haber pasado por mi vida sin que en el colegio se mencionase -ya sea en Educación Física o en Historia, o en Cultura Clásica- al personaje que hoy nos concierne: es cierto que hay poca información sobre él, y que fantasía y realidad vuelven a enlazarse para parir otra leyenda, sumado a que yo, probablemente, no habré leído lo suficiente para topármelo hasta ahora. Así que ya es hora de hacer algo para difundir las hazañas de este hombre.
Voynicheras y Voynicheros, con todos ustedes... ¡Milón de Crotona!
Altius Éste hombre fue un gran deportista y un luchador excelso que se mantuvo en lo más alto de la fama por más de veinticuatro años. Vino a nacer en algún momento del s. VI d.C. en la ciudad principal de la Magna Grecia de la que toma su nombre: Crotón. A su vez, la ciudad costera tiene su epónimo del gigante hijo del rey Éaco, condenado por los Dioses a vagar hasta fundar una ciudad admirable. Muy apropiado; nacer en la ciudad fundada por un gigante y acabar ganándose el título del más grande de los atletas. Hoy en día, los juegos olímpicos, para muchos son sólo un mero entretenimiento, una demostración de habilidades. Pero los Juegos Olímpicos en la antigüedad, tenían más trascendencia que las polémicas de si la cuidad iba a estar en obras o la cantidad de medallas ganadas: de hecho, no recibían ni medallas ni cambiaban cada cuatro años de ciudad anfitriona.
Para empezar, eran unos juegos que se organizaban en honor de los Dioses. Distintas leyendas de la mitología rivalizaban por alzarse como el origen auténtico de los juegos. Desde competiciones de carreras para entretener a Zeus de pequeño, hasta una carrera de carros entre Pélope y Enómao.

Pero históricamente, se enmarca el comienzo de los juegos en el año 776 a.C, cuando el mundo antiguo estaba sumido en guerras y peste. El Oráculo de Delfos declaró que se celebrarían los juegos para traer la paz y ahuyentar la enfermedad y volver a un modo de vida más clásico. Propuso los juegos para honrar a las deidades Olímpicas, pues su alejamiento y olvido habían acarreado esos males. También ordenó que no hubiese bienes materiales como premio. Sólo una corona de olivo que simbolizaba la gloria eterna. Cuando comenzaban los Juegos Olímpicos, se encendía una llama que debía permanecer encendida de frente de los templos, y se encendía con una especie de espejo cóncavo que redirigía los rayos solares a la antorcha, para que la llama fuese "de origen divino".
Entonces corrían a avisar al resto de pueblos de que pronto tendrían lugar las competiciones y que empezaba el periodo de tregua olímpica, en la que había un armisticio para dar seguridad en su viaje de ida y vuelta a los atletas de las distintas ciudades y naciones y por respeto a los Dioses.

Milón de Crotona, en su palmarés,  tuvo el orgullo de ostentar los siguientes títulos: Fue 6 Veces Campeón absoluto de los Juegos Olímpicos. Hay que resaltar el hecho de que a la siguiente vez que se presentó, nadie se atrevió a luchar contra él, con lo que se podrían contar como siete victorias con este triunfo de facto. Y la historia de porqué no ganó la siguiente es muy interesante también: como se especializó en su técnica de "abrazo del oso-anaconda" -dado que los DDT no estaban permitidos- si te agarraba y te hacía una presa entre sus brazos podías dar por perdida la competición y probablemente tu integridad física. Por mucho que en la lucha olímpica se prohíban las técnicas dolorosas y/o peligrosas, no veo cómo puede alguien acabar bien al enfrentarse a esta mala bestia.  Así que el siguiente competidor que se le enfrentó utilizó un estilo de lucha que se vino a llamar akrocheirismos-algo así como a la distancia del brazo- básicamente correr y esquivar, evadirse del alcance de su abrazo fatal. Más que una técnica yo lo veo como instinto de supervivencia.  Milón por cansancio o aburrimiento, desistió de perseguir al cobarde y se declaró o empate o derrota. En cualquier caso, no ganó. O más exactamente, no pudo demostrar su superioridad una vez más.

Interesante pieza arqueológica encontrada por Papadopoulos Voynich, eminente arqueólogo, colega de Fujimura Shinichi. La cerámica data del s. XIX. "Ego risit faciem tuam" o Milón es vacilado.
Pero no contento con esto, como en la antigüedad también se celebraban otros juegos en honor de otros dioses, decidió que porqué no, ganarlos también, y ya de paso, hacerlo más de una o dos veces.

De hecho también se erigió como campeón 6 veces los juegos Píticos. En los Nemeos se alzó con el triunfo 9 veces. Y en los Ístmicos, dejó la marca en 10 veces campeón. Cuando alguien ganaba los cuatro festivales -juegos Olíplicos, Píticos, Ístmicos y Nemeos-, se le otrogaba el título de Periodonikēs, Pues bien, nuestro atleta fue cinco veces Periodonikēs.

Milón apareciéndose en las pesadillas del desgraciado al que le tocase como rival.

Pongámonos en situación: Imaginemos que somos el contrincante que tiene que luchar con Miloncito; una mole de músculo especialista en lucha, que ha ganado en diferentes juegos un total 30 veces, en distintos Agones (o conjunto de modalidades). No sé si hay esfínteres que puedan controlarse ante una situación así. Si aún pensáis que no es para tanto, os reseñamos algunas de sus otras hazañas. Fortius

Ya de joven, como no tenía videoconsolas ni Internet, pues se entrenaba levantando a pulso un ternero recién nacido, y repetía la hazaña a diario, excepto que según pasaban los días ya no estaba recién nacido y el animal iba creciendo. Pero la fuerza de Milón crecía a la par, hasta llegar al punto que cuentan las leyendas que logró levantar a un buey de 4 años, andar con él 120 pasos, matarlo, asarlo y comérselo en el mismo día. Hay gente que acaricia gatos. Y luego está Milón.
Yo me lo imagino algo así: En el códice Voynich nos hemos puesto a analizar la hazaña a lo Cazadores de Mitos: Un Uro europeo, que sería la raza que tendría más a mano por aquella época y zona, podía llegar a pesar unos 700 kg, teniendo en cuenta que a los 4 años habría alcanzado unos 500 Kg como poco, y dado que el récord de levantamiento de peso muerto con un registro fiable -según mi investigación- está en 464 kg desde 2011. Pero hablamos de un animal vivo. Y por encima de la cabeza el récord no llega a los 270 kg. Cuando ya iba a dar por descartado por completo la posibilidad, de que por muy fuerte que fuese Milón levantase un animalote de esos... Aparecen Louis Cyr y Angus MacAskill en mis singladuras por Wikipedia. Definitivamente lo tengo que dar por lejanamente posible, a pesar de lo realmente increíble que parezca. Habría que aclarar que con la espalda como apoyo se hace más fuerza que con sólo los brazos extendidos...Aunque haya un pequeño margen de posibilidad, sigue siendo difícil de creer y de llevar a cabo. Dicen también que tenía una banda en la cabeza y que del esfuerzo, cuando se le hinchaban las venas de las sienes, estallaba la cinta. Esta ya no me la creo, a no ser que la banda fuera de papel. Es una zona vasculada, pero que va contra la gravedad. Bueno, que no creo que haga falta mucho razonamiento para pensar que ahí exageran un rato. En un brazo puede, pero con las venas de la frente...

Ni aún con la cabeza irrigada 
por venas del grosor de una culebra.

Se entrenaba en la lucha con un fruto de granada en una mano, tratando de mantener intacto el fruto al acabar la lucha.
Vamos que te podía ganar con una mano.

También cuentan que se entrenaba sobre una superficie aceitosa y resbaladiza mientras los adversarios contra los que se entrenaba trataban de empujarlo y tirarlo. Otras narraciones atestiguan que Milón, más chulo que un ocho, cuando le esculpieron una gran estatua, fue él mismo el que la cargó y la colocó en el lugar donde se exhibiría. Toma ya.

Mates para vigoréxicos.

Un día, estando instruyendo su mente, recibiendo una lección de Pitágoras -parece ser que también le daba al coco. Por lo visto, no había anabolizantes que te quitasen materia gris para ponerte masa muscular- se les vino el techo encima. Milón, cual Atlas, sostuvo todo el peso de la techumbre, mientras los demás alumnos salían a ponerse a salvo. podemos afirmar que muy atento a las clases tampoco estaría porque tenía una importante distracción, la hija del profe. Al final se casó con Myia, la mencionada hija de Pitágoras. Citius
Es gracias a al historiador Diodoro Sículo que sabemos que Milón fue el adalid en la batalla contra Síbari -cuyo ejercito les superaba tres veces en número-, por allá en el 510 d.C. y encabezó las tropas de Crotona presentándose en el campo de batalla como si fuera la viva imagen de Heracles; con una piel de león y una porra,  y además portando las coronas olímpicas que había ganado.
Suponemos que el señor Milón era algo así como lo que es Hulk en la película de los Vengadores, parafraseando:

"- Tengo un ejército que os supera en número tres veces.- Nosotros tenemos a Milón."

Reconstrucción de el poder de destrucción de Milón.

Síbari fue destruida -cómo no...- e inundada posteriormente, pues los de Crotona desviaron el cauce del río Cratis para dejar anegada la ciudad -o lo que quedaba-, los sibaritas trataron de refundarla varias veces -mala idea-, siendo sus intentos frustrados en todas las ocasiones por los Crotoniatas.

¿Cómo alcanzó esa fuerza si por aquel entonces no existía el ColaCao, desayuno de los campeones? Pues lo compensaba comiendo unas "20 Minas de carne, otras tantas de pan y bebía 3 congios de vino”.

Cuanto viene siendo esto en medidas actuales?

1 Congio 3,281 litros

1 Mina,  según el standard Ático/Eubeo, 431 g y según el standard de Egina 630 g

Haced cálculos.

Es exagerado, a no ser que el vino de antes no estuviese muy fermentado y se refieren más a mosto, y aún así es demasiado. El alcohol nos deshidrata, y la masa muscular necesita agua para aumentar...

Dejando el "bebercio" de lado, hablando del "comercio": si lo dividimos en tres comidas, parece menos exagerado, teniendo en cuenta que un deportista consume muchas más calorías y que la dieta tiene que suplir al cuerpo de la energía que se consume con el deporte, máxime si nos referimos a un levantador de pesos y deportista multidisciplinar.

La dieta de Michael Phelps constaba de aprox. 12000 calorías. Por ejemplo algo así:

No sólo de plancton vive Phelps.

Desayuno: tres sándwiches de huevo frito, queso, tomate, lechuga, cebollas fritas y mayonesa; tres tortitas con chocolate, una tortilla de cinco huevos, una tostada con azúcar y sémola de maíz; y dos tazas de café.
Comida: pasta, dos sándwiches de jamón y queso con mayonesa en pan blanco; y bebidas energéticas.
Cena: otro plato de pasta con salsa carbonara, una pizza y bebidas energéticas.

Con todo esto, Phelps, no es precisamente un buen ejemplo de sobrepeso. Lo quema todo.

La dieta de Milón superaría las 22000 calorías, que es exagerado, pero seguro que comía de un modo sobrehumano. Como si a Tántalo le hubieran levantado el castigo.

"Mortius"

Pilates Extremo con León. Crotón estirando la pata.

Su muerte fue de lo más patética, no de emotiva, sino de cutre.
La leyenda cuenta que divisó a unos leñadores que estaban talando un árbol, al acudir en su ayuda para tirar el tronco a punta de fuerza bruta, el árbol al ceder le aprisionó la mano en el hueco en forma de cuña que habían empezado a hacer los leñadores.

Atrapado de un modo miserable, vinieron las bestias y lo devoraron. Las crónicas dicen que fueron lobos, pero los artistas más tarde lo representaron también siendo devorado por leones. Parece ser que en realidad, simplemente hallaron sus restos al pie de un árbol. Porque si no, no me explico cómo los leñadores no hicieron nada.

A pesar de que las leyendas hayan magnificado algunas de las proezas de éste forzudo, eso no va en descrédito de sus triunfos atléticos, más bien realzan la fama que tuvo que ostentar, pues los que no destacan, no llaman la atención de los chismes ni de los escritores de leyendas.